La Casa Blanca ha confirmado que, a partir de las 00:01 horas del miércoles, Estados Unidos impondrá aranceles adicionales del 104 por ciento a las importaciones provenientes de China.

Esta medida responde a la negativa de Pekín de retirar sus propios gravámenes antes de la fecha límite establecida por Washington.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció que estos aranceles buscan presionar a China para que elimine las represalias comerciales impuestas previamente.

El presidente Donald Trump expresó en sus redes sociales que China desea alcanzar un acuerdo, pero no sabe cómo iniciarlo. 

En respuesta, el Ministerio de Comercio chino ha advertido que, si Estados Unidos intensifica sus medidas, China responderá contundentemente para proteger sus intereses, incluso "luchando hasta el final". ​

Esta escalada en las tensiones comerciales ha generado preocupación en los mercados financieros globales, que temen una posible recesión y la alteración del orden comercial establecido.

Sin embargo, los índices bursátiles de Estados Unidos mostraron signos de recuperación tras días de pérdidas significativas.

Mientras tanto, alrededor de 70 países han iniciado conversaciones con el gobierno estadounidense para negociar y mitigar el impacto de las políticas arancelarias de Trump.

Las negociaciones con naciones como Japón y Corea del Sur se llevarán a cabo según el orden de llegada, y solo se considerarán acuerdos que beneficien a los trabajadores estadounidenses y reduzcan déficits comerciales persistentes. ​

La comunidad internacional permanece atenta al desarrollo de estas disputas comerciales y sus posibles repercusiones en la economía global.