La economía de Estados Unidos registró una contracción del 0.2 por ciento en el primer trimestre de 2025, marcando su primera caída en tres años.

Este retroceso se atribuye principalmente a las políticas arancelarias implementadas por el presidente Donald Trump, que generaron un aumento significativo en las importaciones y afectaron negativamente el Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Según datos revisados de la Oficina de Análisis Económico, las importaciones crecieron a un ritmo anualizado del 42.6 por ciento, el más alto desde el tercer trimestre de 2020.

Este incremento se debió a que las empresas estadounidenses se apresuraron a adquirir bienes extranjeros antes de la entrada en vigor de los nuevos aranceles, lo que restó más de cinco puntos porcentuales al crecimiento del PIB.

Aunque el gasto de los consumidores, que representa aproximadamente dos tercios de la economía estadounidense, aumentó un 1.2 por ciento, esta cifra es inferior a estimaciones anteriores.

Por otro lado, la inversión privada nacional mostró un crecimiento del 24.4 por ciento, y las exportaciones aumentaron un 2.4 por ciento, lo que ayudó a mitigar parcialmente la contracción económica.

En respuesta a las políticas arancelarias, un tribunal federal de Estados Unidos bloqueó recientemente los aranceles impuestos por Trump, argumentando que el presidente excedió su autoridad al imponerlos. Esta decisión judicial ha generado incertidumbre sobre el futuro de la política comercial del país y su impacto en la economía global.