A pesar de que fue una propuesta de campaña, el gobernador Alejandro Armenta Mier descartó quitarle la concesión a Agua de Puebla, debido a que causaría un quebranto a las finanzas estatales.

Sin embargo, el morenista fue claro al señalar que está en desacuerdo con el contrato "leonino" que se autorizó en el sexenio de Rafael Moreno Valle, ya que la empresa ha incumplido con garantizar el suministro de agua.

Por este motivo, advirtió que su administración no rescindirá el contrato que por 30 años se le otorgó a a Concesiones Integrales (Agua de Puebla), sino que pidió a la compañía irse para no seguir afectando más a los ciudadanos.

"Sería mucho dinero que no estamos dispuestos a dárselo, todavía que ya saquearon a Puebla, creen que le vamos a pagar una indemnización, no, mejor hay que exhibirlos por su ineptitud, estoy molesto, porque anteponen la ganancia, el lucro, al servicio", enfatizó luego de que se hizo una revisión a la documentación de la concesión de Agua de Puebla.

En agosto de 2024, previo a inciar su mandato,  Alejandro Armenta dio a conocer que  la posible cancelación de la concesión a Agua de Puebla costaría 8 mil millones de pesos.

"Violaron la Ley para hacer esa imposición que violó la Ley, fue una concesión leonina, una concesión que siempre benefició a las empresas, no a los usuarios. De ese tamaño tuvimos gobernantes corruptos, sólo pensaban en las obras, como el Museo Barroco", espetó este viernes.

Frente a este escenario, el mandatario poblano dijo que está obligado a hacer público todas las irregularidades que existen, y las quejas de la ciudadanía que han sido recabadas por años de más funcionamiento de la empresa.