Trabajadores sindicalizados del IMSS Bienestar pidieron al gobernador Alejandro Armenta Mier la destitución del secretario de Salud de Puebla, Carlos Olivier Pacheco, y de dos funcionarios más de la dependencia, por considerar que han entorpecido la prestación de servicios de salud en el estado y han sido insensibles a las condiciones que padece el personal.

En conferencia de prensa, acusaron que hay crisis en este sector, debido a la falta de medicamentos e insumos en clínicas y hospitales, ambulancias en mal estado y plantillas incompletas de personal.

El grupo de trabajadores que están agremiados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), sección 25, encabezado por Julio Alfredo García, sugirieron que estaría dándose un mal manejo de los recursos en la Secretaría de Salud, por lo que solicitaron conocer cómo se está distribuyendo actualmente el presupuesto.

“Armenta se equivocó de secretario”, fue la consigna unánime de los trabajadores del IMSS Bienestar, al adelantar que en próximos días entregarán un pliego petitorio al gobernador y además preparan una protesta a la que acudirán médicos, enfermeras, camilleros y otros trabajadores de la salud.

Otra de las peticiones de los sindicalizados es la remoción de dos directivos: Juan Fernando Carrasco Oliver, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud; y Merari Hernández Aguilar, directora de Operación de Personal.

Los trabajadores señalaron que ambos funcionarios ignoran las condiciones generales de trabajo e imponen tareas que están fuera del alcance del personal. Un ejemplo de esta situación es que odontólogos, químicos y enfermeras perciben sueldos muy bajos, a pesar de estar sobre capacitados para sus cargos y realizar largas jornadas.

En este sentido, Julio Alfredo García, líder del SNTSA, lamentó que el personal a menudo tiene que pagar ciertos insumos para trabajar, como gasolina para realizar traslados, papelería e instrumentos básicos de curación, lo que los hace blanco de agresiones de los derechohabientes por no contar con lo necesario para atenderlos.

Recordó que hasta 2024, 2 mil 960 trabajadores de salud esperaban por una base, entre ellos químicos y odontólogos del Hospital del Niño Poblano (HNP).