Un exmilitar, una mujer que trabajó en el adiestramiento de mujeres policías y un civil, fueron detenidos por elementos de la Policía Municipal de Tepeaca, en los momentos en que exigían a un empresario de esa misma localidad un millón de pesos para no hacerle daño ni a él ni a su familia. El primero se identificó como escolta del diputado Héctor Alonso Granados.
La detención de los sospechosos del delito de chantaje y lo que resulte —ya que uno de los detenidos estaba armado con una pistola escuadra— ocurrió la mañana del sábado en uno de los negocios del afectado, donde llegaron elementos de la uniformada a responder por un llamado de auxilio, ubicando una camioneta Ford Lobo de modelo reciente, a la que le quitaron las placas para que no fueran identificados.
Los detenidos responden a los nombres de Magdaleno de la Cruz Hernández, militar retirado con el grado de capitán y quien dijo ser escolta del diputado local; Petra Piñeiro Maya, quien trabajó en la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) en el adiestramiento de mujeres policías; y Oswaldo Cázares Lezama. Todos fueron trasladados al Ministerio Público de Tepeaca, donde se comenzó la averiguación previa 2167/2011/Tepeaca por el delito de chantaje.
Cruz Hernández, al momento de ser detenido, estaba armado con una pistola escuadra del calibre .9 milímetros, por lo que el fuero de lo común dio parte a la delegación estatal Puebla de la Procuraduría General de la República (PGR) para que se inicien investigaciones por separado.
El abogado de los detenidos, Rodolfo Velázquez, pretendía que el afectado retirara los cargos contra sus clientes, pidiéndole que dijera que “todo se trataba de una confusión”, pero el empresario se sostuvo porque en días anteriores ya había recibido llamadas telefónicas amenazantes, incluso uno de sus vehículos fue dañado con ácido como “mensaje” de los chantajistas.
Momentos de tensión
El sábado, poco después de las 10:00 horas, el afectado se encontraba en uno de sus negocios cuando escuchó una acalorada discusión entre uno de sus empleados, dos hombres y una mujer que gritaban que iban a secuestrarlo si no pagaba un millón de pesos; además, notó que uno de estos sujetos iba armado.
El empresario salió por la parte trasera de su negocio y buscó un escondite, mientras que por su teléfono solicitaba el auxilio de la Policía Municipal que llegó de inmediato para asegurar a los presuntos chantajistas, lo mismo que una camioneta Ford Lobo, de color negro y modelo reciente, la que no tenía placas visibles porque las ocultaron en el interior de la unidad, así como un arma tipo escuadra abastecida con 15 cartuchos útiles.
Los detenidos se identificaron como escoltas del diputado Héctor Alonso, incluso uno de estos se comunicó a su celular y más tarde llegó un abogado que dijo se iba a “encargar” de su defensa.
El comerciante narró que desde hace varios días había recibido llamadas de amenazas al teléfono de su casa y a su celular, donde le decían que lo iban a matar o a alguno de sus familiares. Incluso ya se habían metido a su propiedad para dañarle uno de sus vehículos, para luego advertirle vía telefónica que si no entendía iba a seguir uno de sus hijos.
Por estas mismas llamadas ya había presentado denuncia ante el Ministerio Público por el delito de amenazas, y este sábado se salvó de ser “levantado” por los ahora detenidos.