Los agentes adscritos a la comandancia de Izúcar de Matamoros, al aprehender a Rufino dieron cumplimiento a la orden de aprehensión dictada por el Juez de Primera Instancia, dentro del Proceso 13/1990. El sospechoso de inmediato fue internado en la cárcel municipal de ese Distrito para que se sigan las investigaciones correspondientes.
De acuerdo al parte policíaco en el mes de febrero de 1989, Rufino y otro sujeto, cuya identidad no fue revelada, se metieron a la casa de la joven mujer, ubicada en Chietla, que en esos momentos estaba sola, para someterla y ultrajarla, luego se apoderaron de todo lo que encontraron de valor y huyeron.
Como la víctima conocía a sus atacantes estos decidieron escapar con rumbo desconocido, en tanto que la afectada presentó la denuncia correspondiente ante el agente del Ministerio Público de Matamoros, quien una vez que la integró la consignó al Juzgado de lo Penal para que librara la respectiva orden de aprehensión.
Tras 17 años de haber ocurrido la agresión el presunto violador regresó a su domicilio pensando que todo se había olvidado, sin embargo fue visto por los familiares de la víctima, quienes de inmediato dieron parte a la policía para que fuera detenido.