José Domingo Castillo Gálvez, vivía solo, le apodaban “La Pepa”, fue hallado por su hermana Roxana, quien desde hace cuatro días le tocaba la puerta de su casa para que le abriera. Desesperada llamó una ambulancia y mandó a traer a un cerrajero, al momento de ingresar a la sala, en un rincón lo descubrieron recostado boca arriba ya sin vida y en estado de descomposición.
Castillo Gálvez estaba semidesnudo, presentaba en el rostro múltiples araños con sangre, que los mismos investigadores dijeron fue provocado por los gatos que tenía dentro de su casa y que esto pudo haber ocurrido después de su muerte.
A lugar se presentó el agente del Ministerio Público de Tehuacan para dar inicio a las primeras investigaciones, mismas que fueron radicadas en la Constancia de Hechos 119/2012/TEHUACAN, dando instrucciones para que el cuerpo del infortunado curandero fuera trasladado al anfiteatro del Panteón Municipal para que le fuera practicada la necropcia de ley.
Los investigadores no hallaron huellas de violencia en la casa, se presume que este hombre murió por un infarto fulminante y que sus gatos le causaron las heridas que presenta en la cara.