A partir del mes de noviembre del 2007, fecha en la que el Gobierno Federal intervino Casa de Cambio Puebla, se descubrió que el territorio poblano servía no solo como “casa de seguridad” de familias y miembros de los cárteles la de la droga, sino como punto principal de lavado de dinero, donde –en un arreglo no escrito—se estipulo que el Estado de Puebla sería “zona cero”, donde estaban prohibidos los ajustes de cuentas y las operaciones violetas de grupos ligados al narco.

Los primeros nombres de capos del narcotráfico que estremecieron a los poblanos fueron los de Joaquín “El Chapo Guzman”, líder del Cartel de Sinaloa y Francisco Cifuentes Viña “Don Pancho”, líder de uno de los principales cárteles de las drogas en Colombia, sustituido después por su esposa María Patricia Rodríguez Monsalve “la doctora”, luego de que este fuera asesinado en un “ajuste de cuentas”.

“El Chapo” y “Don Pancho”, además de “La doctora”, utilizaron el dinero de la Casa de Cambio Puebla, para la adquisición de 13 aviones para transportar cocaína, de México hacia los Estados Unidos, utilizando a Pedro Alfonso Alatorre Damy “el Pirri”, actualmente en prisión.

En el Estado de Puebla, durante los últimos nueve años, han sido detenidos poco más de 80 sicarios, principalmente del cártel de los “Zetas”, que realizaban diversas actividades ilícitas, como el secuestro, chantaje, asaltos a transportes, robo de vehículos, narcomenudeo, pirateria, prostitución, tráfico de indocumentados, colocando en diversos puntos “casas de seguridad”, laboratorios para la elaboración de drogas y otros.

Antes de ese noviembre del 2007, en Puebla ya se había descubierto la presencia de capos de las drogas que vivieron con todas las comodidades, uno de estos Benjamín “el Chapo Guzmán”, de quien en diciembre del 2001 se descubrió que tenía dos residencias donde vivió, en el Mirador y las Animas, este hombre escapó a su natal Sinaloa antes de que fuera detenido por elementos del Ejercito Mexicano.

El único detenido fue Miguel Ángel Trillo, quien se encargó de conseguirle las casas para que se ocultara.