Los sospechosos se llaman: Jesús Mario Fabián González “El Chuy”, de 26 años de edad; su pareja sentimental, Gloria Lucía Medina Barrera, de 22 años de edad; así como Faustino Jesús Papaqui Rodríguez “El Yiyo” y su esposa Alicia Medina Barrera, hermana de Gloria, de 24 años de edad, quienes enfrentan graves cargos que los podrían mantener en prisión hasta por 50 años de cárcel a cada uno.
De acuerdo al avance de las investigaciones que realiza la PGJ contra los cuatro detenidos, las dos mujeres eran quienes acudían a diversos antros de San Andrés Cholula donde seleccionaban a sus víctimas, luego los invitaban a una casa ubicada en Cuautlancingo, propiedad del “Chuy”, donde los asesinaban en forma violenta para despojarlos de sus valores, así como de sus vehículos, luego tiraban los cuerpos por distintos lugares.
Los vehículos que se robaban, la mayoría del transporte público, los utilizaban para asaltar gasolineras, negocios y casas en zonas como Tecamachalco, Tepeaca, Cuautlancingo, Cholula y, posteriormente, los vendían o los dejaban abandonados.
En el mes de abril, los ahora detenidos ingresaron a una casa ubicada en la calle 16 de Septiembre 804 en Amozoc de Mota, propiedad de Mariana Tejeda Hernández de 30 años de edad, con 7 meses de embarazo, a quien asesinaron de un disparo de arma de fuego en la cabeza para robarle un vehículo Jetta modelo 2008, placas TVY-55-56.
En el mes de marzo del 2012, Gloria Lucía y su hermana Alicia ingresaron a un bar de San Pedro Cholula, donde conocieron a un hombre al que le dijeron que las acompañara a su departamento en Cuautlancingo, y al llegar ya los esperaban sus respectivas parejas, mataron a su víctima con un golpe de marro, además le dispararon a la altura de la cabeza para darle el “tiro de gracia”.
El cuerpo sin vida de este hombre fue hallado en el río Zapatero, envuelto en una sábana de hospital, además de que le robaron sus objetos de valor, así como identificaciones y tarjetas de crédito, a este hombre lo dejaron en una silla de ruedas propiedad de otra de sus víctimas, en este caso un homosexual vecino de Cuautlancingo, que se le había declarado Jesús Mario “El Chuy”.