La mañana del miércoles 27 de marzo, un grupo de elementos de la PEP respaldaron el ingreso del actuario y del personal del Juzgado para asegurar la casa, retirar a quienes se encontraban en el interior y comenzar a sacar muebles, ropa, trastes, que fueron subidos a un camión de mudanza con destino incierto.
En medio de este desalojo, a José Alfredo Gutiérrez Rodríguez, propietario del inmueble, se le ocurrió prenderle fuego a una de las habitaciones que se ubican en el segundo piso de la casa, poniendo en peligro a su misma familia, por lo que fue necesario que intervinieran elementos de la Dirección de Bomberos, quienes lograron controlar el siniestro.
Gutiérrez Rodríguez “en el pecado llevó la penitencia”, y es que fue alcanzado por las llamas del incendio que él mismo provocó, sufriendo quemaduras en el 20 por ciento del cuerpo, que hicieron necesario que fuera trasladado a bordo de una ambulancia del 060 al Hospital General del Norte, donde fue atendido de inmediato.
Se dijo que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) estudiaba si procedía contra el presunto deudor por poner en peligro a su familia al prenderle fuego a la casa.
José Luis Ramírez Téllez, abogado de la familia desalojada, llegó con su equipo de abogados, entre ellos su auxiliar Cesar Alejandro Gutiérrez Martínez, y mencionó no estar enterado por el momento de los detalles del litigio, pero que tenía la consigna de buscar lo necesario para regresar el inmueble a su cliente.
Otro de los moradores de la casa —el más joven— presentaba en la mejilla del lado derecho huellas de araños hechos presuntamente por una mujer, incluso había huellas de uñas enterradas, sin embargo, su familia, en un momento de desesperación, acusó a elementos de la Policía Estatal de haberlo lesionado, incluso le quitaron la playera para que se vieran otras lesiones que apuntan a que este joven pudiera ser víctima de maltratos por parte su familia.
Fuera de la casa y en medio de un fuerte olor a azufre, reporteros, estudiantes de As media, de Televisión Azteca, además de curiosos y vendedores permanecieron desde la llegada de la policía hasta que el personal de mudanzas terminó de retirar el último mueble que se encontraba en la casa, en tanto que los habitantes poco a poco se fueron retirando.
La Casa de los Enanos es así llamada porque en este lugar habitaron los hijos deformes de dos hermanos que decidieron ser amantes, y por el momento terminó vacía, se dijo que los nuevos propietarios llegarían en los próximos días.