Los peritos, que la madrugada del seis de abril se encontraban de guardia en las instalaciones de las oficinas de Tránsito de la Central de Abasto, no sólo participaron para apoyar la fuga del hombre en estado de ebriedad, sino que además se negaron a prestar orientación a los familiares del afectado en el choque, que llegaron a preguntarles qué deberían de hacer, “aquí no hay ningún lesionado”, les dijeron, y literalmente los corrieron.
De acuerdo con datos que se encuentran radicados en la averiguación previa 3072013/ECOTE, Roberto Méndez, a la una de la mañana del 6 de abril, tripulaba su vehículo Volkswagen tipo Golf, de color negro, modelo 2011, placas TXK-69-08 del estado de Puebla, y se detuvo en el semáforo de Prolongación Reforma y San Martín Texmelucan, de la colonia La Paz, cuando fue impactado en la parte trasera de su unidad por un Nissan tipo Tsuru, de color gris, placas JHE-50-25, de Jalisco.
Ese mismo Nissan, tras golpear al Golf, se dio vuelta y se impactó contra el portón de una casa particular.
Cuando los cuerpos de rescate llegaron, tanto la ambulancia 039 como los Peritos de Tránsito detectaron que el conductor, presunto responsable, tenía fracturado un pie, además de que se encontraba en estado de ebriedad, por lo que mientras los vehículos colisionados eran llevados al corralón, al lesionado lo llevaron primero al Hospital La Paz, donde supuestamente no lo quisieron recibir porque su vehículo no estaba asegurado.
Desde el Hospital La Paz se desconoce qué pasó con el herido y presunto responsable del accidente, nadie sabe si se bajó de la ambulancia o alguien lo rescató, no se sabe si se trata de un civil, familiar de algún funcionario, o incluso servidor público, tampoco se sabe si se trataba de un sicario o algún delincuente peligroso, sólo se sabe que lo ayudaron a escapar.