Los uniformados fueron identificados como Lorenzo Rosas y José Luis Sánchez, mismos que estaban dados de alta en el ayuntamiento de Cuacnopalan como elementos en activo de la uniformada. Hasta el momento no se ha informado si junto a los cuerpos los homicidas dejaron algún tipo de mensaje.
Fueron vecinos de la zona de Las Palmas los que reportaron una camioneta patrulla abandonada en terrenos de cultivo, cuando fueron a checar qué ocurría hallaron en la batea los dos cuerpos de los preventivos, que presentaban disparos de arma de fuego, por lo que dieron parte al Ministerio Público de Ciudad Serdán para que iniciaran las investigaciones.
Al lugar donde fueron hallados los cadáveres de los policías llegaron elementos de la Policía Ministerial del Estado, de la Federal e incluso del Ejército mexicano, quienes realizaron averiguaciones por separado, además de que peritos en criminalística buscaron huellas que pudieran haber dejado los sicarios en la unidad.
Los cuerpos de los dos uniformados, que eran originarios y vecinos de Palmar de Bravo, fueron trasladados al anfiteatro del panteón municipal para que el médico legista se haga cargo de la práctica de la necropsia.