Durante las últimas horas la Procuraduría General de Justicia (PGJ) tomó conocimiento de tres hechos de violencia que dejaron como saldo el mismo número de muertes, además del hallazgo de los restos óseos de un hombre del que se desconocen las causas de su muerte y que fueron hallados en una lateral de la autopista Siglo XXI, en la zona de Izúcar de Matamoros.
Los tres homicidios ocurridos en los municipios de Santa María Coronango, San Pedro Cholula, de Tepexi de Rodríguez y de Acatlán de Osorio no fueron reportados por la PGJ, por lo que se desconocen detalles de los hechos y del avance de las investigaciones.
Lo mataron de un balazo
Antes de la medianoche del lunes 13 de enero, Mauricio Espíndola García, de 23 años de edad, fue asesinado de un disparo de arma de fuego y su cuerpo quedó frente al número 522 de la calle Ignacio Zaragoza en la junta auxiliar de San Francisco Ocotlán, del municipio de Santa María Coronango.
Durante las primeras horas de la madrugada del martes 14, el agente del Ministerio Público de San Pedro Cholula se presentó al lugar del hallazgo para dar inicio a las diligencias del levantamiento de cadáver, siendo el cuerpo trasladado al anfiteatro del panteón municipal de San Pedro Cholula, para que el médico legista se hiciera cargo de la práctica de la necropsia.
Se dijo que por el momento no cuentan con pistas para iniciar investigaciones del crimen, aunque se dice que pudo tratarse de una riña o de un intento de asalto.
El representante social giró un oficio de investigación para que la Policía Ministerial del Estado (PME) se encargue de las investigaciones correspondientes.
Hallan restos óseos de un desconocido
En un terreno que se ubica en una de las laterales de la autopista Siglo XXI, en el municipio de San Marcos Acteopan de Izucar de Matamoros, fueron hallados restos óseos de un cuerpo —al parecer del sexo masculino— del que se desconocen las causas de su muerte y el tiempo que llevaban en ese lugar.
Vecinos hallaron la osamenta y dieron parte a las autoridades municipales, para que más tarde arribara el agente del Ministerio Público adscrito a Izúcar de Matamoros, así como personal de la PME, quienes dieron inicio a las primeras investigaciones, siendo trasladada a la Dirección de Servicios Periciales para que se realicen las investigaciones del accidente.
Se dijo que por medio del ADN y la consulta al listado de personas reportadas como desaparecidas durante los últimos meses se podría conocer su identidad, además de que del hallazgo van a enviar reporte a los estados vecinos.
Por el momento se desconocen las causas de la muerte del desconocido registrado como número dos, debido a que en los restos óseos no hallaron huellas de violencia, por lo que será muy difícil para los investigadores conocer las causas de su muerte.
El caso fue turnado con la averiguación previa 072/2014/I.MATAMOROS.
Lo mataron cuando libaba con sus amigos
Al parecer por una venganza, Marco Antonio Hernández Cabrera, de 40 años de edad, fue asesinado de dos disparos a quemarropa —en el estomago y tórax— cuando se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes con varios de sus amigos en el paraje Agua de la Cruz, del distrito de Tepexi de Rodríguez.
De acuerdo con los primeros datos del crimen, se dijo que el sujeto que disparó se llama Antonio Morales Luna y que pudo darse a la fuga debido a que los testigos del crimen y amigos del occiso no quisieron detenerlo porque aún estaba armado.
Se dijo que a las 14:30 horas del lunes Marco Antonio estaba ingiriendo bebidas embriagantes cuando llegó Antonio Morales, quien sin mediar palabra le disparó en dos ocasiones para luego retirarse sin que nadie se atreviera a detenerlo.
Al lugar de los hechos acudió el agente del Ministerio Público de Tepexi de Rodríguez para iniciar las primeras investigaciones, en tanto que personal de la PME se dio a la tarea de ubicar al presunto responsable del crimen.
Le metieron un tiro en pleno rostro
En Acatlán de Osorio, el Ministerio Público conoció de la muerte de Francisco Cruz Luna, quien tenía 39 años de edad y recibió un disparo en pleno rostro, cuando se encontraba en el paraje conocido como El Jagüey; hasta el momento se desconoce el móvil del crimen, así como la identidad del responsable.
Quienes hallaron el cuerpo de Cruz Luna reportaron a las autoridades municipales que tenía el rostro ensangrentado, por lo que de manera inicial no fue identificado, sino hasta cuando lo trasladaron al anfiteatro del panteón municipal, para que el médico legista se hiciera cargo de la práctica de la necropsia.
El representante social acudió a donde fue hallado el cuerpo para iniciar las primeras investigaciones, girando un oficio para que la PME indague entre familiares y conocidos del ahora occiso para saber si tenía enemigos que quisieran quitarle la vida.
El cuerpo del desafortunado sujeto fue identificado por uno de sus hermanos, quien dijo desconocer cuáles fueron los motivos por los que fue asesinado.