En la comunidad de La Purísima, del municipio de Palmar de Bravo, desconocidos abandonaron un vehículo taxi de una central de Acatzingo y en la cajuela de esta unidad fue encontrado el cuerpo sin vida del conductor, quien estaba amarrado de pies y manos, además de que presentaba huellas de tortura y de golpes en la cabeza, aunque la necropsia que le fue practicada indica que murió como consecuencia de asfixia.
El taxista fue identificado con el nombre de Rubén Pérez Álvarez, tenía 56 años de edad y desde la noche del viernes estaba reportado como desaparecido, sus familiares y compañeros de trabajo iniciaron su búsqueda y fue hasta el mediodía del sábado cuando fue hallada la unidad, y dentro de ésta el cuerpo sin vida.
El Ministerio Público de Tecamachalco tomó conocimiento del crimen asegurando la unidad de alquiler para que especialistas en dactiloscopia y criminalística la analicen, en tanto que el cuerpo de Pérez Álvarez fue trasladado al anfiteatro del panteón municipal, donde el médico legista se hizo cargo de la práctica de la necropsia, reportando que las causas de su muerte fueron por asfixia por ahorcamiento.
El cuerpo del taxista, que era vecino del municipio de Acatzingo, al momento de ser hallado estaba amarrado de pies y manos, tenía huellas de haber sido torturado, además de golpes en la cabeza. Se dijo que este hombre pudo haber sido asesinado durante las últimas horas del viernes 28 de marzo.
Se dijo que Rubén Pérez se encontraba a las 20:30 horas del viernes en la central de taxis Tetela, que se ubica frente al portal del municipio de Acatzingo, cuando fue abordado por un hombre y una mujer que vestían ropas de color negro, con quienes se retiró para ya no regresar.
De manera inicial, se descartó que el asesinato del taxista tenga como móvil un robo, ya que además del vehículo que estaba intacto el occiso llevaba todas sus pertenencias.