La Procuraduría General de Justicia (PGJ), hasta el momento no tiene pistas para poder esclarecer la muerte de uno de los vigilantes del Templo Shalom, ubicado en la Tercera Sección de Chinantla, del municipio de Teziutlán, a quien degollaron, por el momento se dice que los homicidas solo se llevaron aparatos eléctricos del lugar, sin embargo la forma en que fue asesinado el empleado podría tratarse de una venganza o incluso de un mensaje del crimen organizado.
El sábado 6 de septiembre, a las 7 horas, el Ministerio Público conoció de la muerte de Blas Dionisio Cesareo, quien tenía 27 años de edad y quien fue hallado amordazado y con el cuello degollado, lo que provocó que se desangrara. El Ministerio Público dio entrada al expediente CDI-001/2014/AEHPD/CNPP, iniciado por los delitos de homicidio y robo.
El primer reporte del crimen indica que a la una de la mañana del sábado dos sujetos por el momento desconocidos ingresaron al templo que se ubica en la Tercera Sección de Chignautla y sometieron a los dos vigilantes a los dos los amordazaron y los separaron, uno solo recibió golpes, en tanto que el segundo fue asesinado en forma violenta.
Los delincuentes se llevaron dinero en efectivo y equipos de sonido, sin embargo se dijo que esto no pudo haber sido el móvil del crimen, porque los agresores actuaron con una violencia inusitada, por lo que se dijo que sería investigado el historial del occiso.
Por el momento no se ha informado si los encargados del templo, antes del crimen recibieron una amenaza de extorsión.