De acuerdo con el Informe sobre la situación de las Drogas en México y su Atención integral 2019, de los 55 centros de tratamiento en México para adolescentes que infringen las leyes, durante 2018 se aplicaron 521 cuestionarios a adolescentes; de los cuales, el 76.6 por ciento dijo que consumían habitualmente alguna droga, incluido el alcohol y tabaco. 

Además, de los 521 jóvenes recluidos, 477 de ellos mencionó tener entre 15 y 16 años cuando cometieron algún delito, e ingresaron a los Centros de Tratamiento Interno para Adolescentes.

De esta población, el 90.8 por ciento son hombres y el 9.2 mujeres.

Asimismo, el 47.7 por ciento de los adolescentes mencionó, en primer lugar, estar bajo los influjos del alcohol al cometer algún delito; en segundo escaño lo ocuparon los inhalables y solventes, con un 24.6 por ciento; mientras que el 16.9 por ciento respondió que empleaba la marihuana; y apenas el 6.2 de los jóvenes dijo haber consumido tabaco previo a realizar alguna conducta criminal.

Adicionalmente, sustancias como la cocaína, anfetaminas, metanfetaminas y tranquilizantes obtuvieron entre un 1.5 y 1.9 por ciento del consumo en adolescentes que cometieron algún delito, y que hoy se encuentran recluidos en alguno de los 55 centros de atención que existen en el país. 

De los 521 adolescentes internos, 246 cometieron robo, 26 realizaron actos violentos, 24 fueron  detenidos por portar armas de fuego; asimismo, 73  están detenidos por delitos contra la salud; mientras que por delito sexual se encuentran 46 presos; y apenas uno por portar un arma punzocortante; y 105 por algún otra conducta delictiva.

Cabe destacar, apenas el 5 por ciento de los 521 encuestados, dijo haber cometido el delito para conseguir alguna sustancia psicoactiva.

En 2014, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó la supervisión de los Centros de Tratamiento interno para adolescentes que infringen las leyes penales, y observó que al menos 25 de estos carecen de tratamientos de desintoxicación, lo cual vulnera el derecho a la salud, y obstaculiza la integración social y familiar de los jóvenes.