Los cuerpos de dos hombres de 50 y 30 años de edad, que presentaban huellas de haber sido torturados y después ejecutados con disparos de arma de fuego, fueron abandonados en una de las laterales de la carretera Cuacnopalan-Tecamachalco, a la altura del municipio de Palmar de Bravo. Se presume que se trató de un ajuste de cuentas entre bandas dedicadas al narcomenudeo.

Los occisos fueron identificados con los nombres de José N. y Miguel N., quienes eran vecinos de la comunidad de San Sebastián Cuacnopalan, y podrían haberse dedicado al narcomenudeo.

Horas antes de que estos hombres fueron hallados sin vida, se dijo que fueron levantados por sujetos desconocidos. En los cuerpos no dejaron algún tipo de recado que explicara los motivos de su muerte.

Personal de la Policía Ministerial del Estado acudió a realizar las diligencias del levantamiento de los cadáveres, siendo trasladados al anfiteatro del panteón municipal de Tecamachalco para que se les practicará la necropsia de rigor.

Más tarde, fueron entregados a sus familiares para las diligencias de sepelio, y pidieron a las autoridades investigadoras no se abandonaran las indagatorias hasta que fueran aclarados los dos homicidios.