La enorme intensidad de los ataques ha producido importantes daños materiales y, según ha informado el Gobierno, al menos 29 personas han muerto. Fuentes oficiales citadas por el diario The New York Times hablan, sin embargo, de 10 o 15 muertos en el ataque, aunque "no hay manera de verificar el número". Según Jana, los aviones de la OTAN bombardearon igualmente un edificio que albergaba las oficinas de los servicios de seguridad interior en la calle de la República en el centro de Trípoli.
Los ataques de la OTAN en la capital libia se han multiplicado en los últimos días y el complejo de Bab el Aziza ha sido bombardeado ya en varias ocasiones desde el inicio de las operaciones aliadas. El de hoy representa un nuevo ataque a la luz del día en la capital libia, después del efectuado el lunes en varias zonas de la ciudad. En los primeros meses de su operación en Libia, los aviones de la OTAN realizaban sus ataques casi exclusivamente tras caer el sol, pero en los últimos días han intensificado las operaciones diurnas.
Los bombardeos han hecho salir de su escondite al líder libio Muamar el Gadafi para decir, una vez más, que no va a rendirse. En un mensaje de audio emitido en la televisión estatal ha reiterado que permanecerá en Trípoli vivo o muerto y ha advertido de que no se rendirá porque "la muerte es un millón de veces mejor".
"No nos rendiremos, acogeremos la muerte", ha declarado y ha lanzado un mensaje directo a quienes piden su salida: "Derrotaremos a nuestros enemigos". Asimismo, ha instado a sus seguidores a acudir a defender su residencia bombardeada hoy.
Las palabras de Gadafi se han producido el mismo día en que el enviado especial de la ONU, Abdelilah al-Khatib, ha llegado a la capital para en una visita que no había sido anunciada previamente. El enviado ya había visitado Trípoli a mediados de mayo y había instado al mandatario libio a establecer un alto el fuego y a garantizar el acceso a la asistencia humanitaria en las ciudades afectadas por los combates.
Por otro lado, el enviado de Rusia, Mijail Margelov, se ha entrevistado hoy en Bengasi, la capital rebelde, con el líder del Consejo Nacional de Transición libio, Mustafá Abdul Jalil, con el responsable militar de los rebeldes, Omar al Hariri, y con su responsable de Exteriores, Mahmud Jibril. En declaraciones recogidas por Reuters, el enviado especial del presidente ruso, Dimitri Medvedev, ha explicado que lo que busca Moscú es tender "puentes".
"Rusia ve su labor como la de construir un puente entre estos dos bandos en los que está dividida la sociedad libia", ha señalado Margelov y ha añadido que su país "se encuentra en una situación única respecto a Libia" porque no han cortado las relaciones con Trípoli y han entablado relaciones con Bengasi".