Alexander Schütz, alcalde de la ciudad, ha visto la medida con admiración al ser "un cumplido a la belleza de nuestro pueblo" pero igualmente le ha parecido desconcertante el saber del proyecto.
Entre los menos de mil habitantes de la localidad ha cundido el desconcierto y el recelo al saber que de entre los miles de visitantes anuales se encontraba un equipo completo de ingenieros chinos tomando medidas, fotografiando y estudiando cada detalle del pueblo para reproducirlo a miles de kilómetros de ahí.