Los 33 soldados cruzaron por el río Bravo a 24 kilómetros de la ciudad de McAllen, a bordo de cuatro unidades Humvee del Ejército mexicano.
Nina Pruneda, vocera del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, informó que los militares son entrevistados por agentes federales de Protección Fronteriza.
Por su parte, la Sedena explicó como una acción “involuntaria” el cruce de los miembros del ejército, debido a que el “el retorno vehicular se encuentra del lado norteamericano.