S&P recortó la calificación a largo plazo de la deuda de Estados Unidos en un escalón a "AA+", ante la preocupación sobre el déficit de presupuesto del país y su creciente carga de deuda.
China -el mayor acreedor de Estados Unidos- dijo que Washington era el responsable de su nueva situación crediticia e hizo llamados para establecer una nueva y más estable moneda global de reserva.
"El Gobierno de Estados Unidos debe aceptar el doloroso hecho de que los buenos días de antaño, cuando podía endeudarse para salir de problemas creados por él mismo, finalmente se han terminado", afirmó la agencia de noticias china Xinhua, en un comentario de severa retórica.
Tras una semana en la que se esfumaron 2.5 billones de dólares de los mercados globales, la decisión profundizó el temor de los inversores sobre un inminente recesión en Estados Unidos y por la crisis de deuda de la zona euro.
Los ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales del Grupo de las Siete principales naciones industrializadas tendrán una conferencia por teléfono más tarde el sábado o el domingo, dijo una importante fuente diplomática europea.
La fuente dijo que la rebaja en la calificación se sumaba a la crisis de deuda de la zona euro, aumentando la necesidad de coordinación internacional.
Además de recortar la calificación de Estados Unidos, S&P dijo que el panorama era "negativo", una señal de que es posible otra rebaja en los próximos 12 a 18 meses.
Pekín condenó además a Estados Unidos por su "adicción a las deudas" y "miopía" política, señalando que el mundo necesitaba de una divisa mundial de reserva más estable.
"China, el mayor tenedor de deuda de la única superpotencia mundial, tiene ahora todo el derecho de exigir que Estados Unidos aborde sus problemas estructurales de deuda y garantice la seguridad de los activos en dólares de China", dijo Xinhua.
También instó a Estados Unidos a aplicar el "sentido común", reduciendo los gastos en defensa y bienestar social, y sostuvo que nuevas rebajas en la calificación de deuda posiblemente socavarían la recuperación económica global, desatando otra ronda de caos financiero.
"Debería crearse una supervisión internacional sobre el tema de los dólares estadunidenses, (además de) una nueva, estable y segura moneda de reservas mundiales como opción para evitar una catástrofe causada por un único país", agregó.
El ministro de Negocios británico, Vince Cable, respaldó el llamado de China sobre la necesidad de establecer otra moneda global de reserva, pero dijo que por el momento el dólar estadunidense seguía siendo clave.
"Esta disputa se ha producido por largo tiempo y sería una camino sensato para el mundo, pero no es algo que vayamos a hacer de la noche a la mañana", señaló a la cadena BBC.
"A corto plazo, el dólar estadunidense es una moneda internacional clave, y aunque francamente, los legisladores estadunidenses hicieron un desastre hace unas semanas, ahora volvieron a la senda, han decidido manejar el tema de la deuda de una forma prudente", expresó.
Francia, en tanto, afirmó que tenía confianza en que Estados Unidos saldría del "difícil periodo" que atraviesa.
S&P responsabilizó en parte por su decisión a la arriesgada política que se vio en Washington, diciendo que las disputas entre partidos estaban evitando que el país abordara con eficiencia sus problemas de déficit y deuda.
Norbert Barthle, experto en presupuesto de los conservadores de la canciller de Alemania, Angela Merkel, dijo que la rebaja provocaría mayor turbulencia en los mercados.
"No me sorprendió, más bien me asombró que por semanas las calificadoras internacionales hayan centrado su atención en la deuda de Europa pero no en la estadunidense. Durante un tiempo, ha habido una preocupación clara por la economía estadunidense, pero también por el hecho de que Estados Unidos esté fuertemente endeudado", declaró.
Critica la rebaja de 'rating' de Standard
El Gobierno de Obama ha atacado la credibilidad del análisis que justifica la decisión del viernes de Standard & Poor's de rebajar la máxima calificación de la deuda de Estados Unidos, diciendo que ha hallado un error de dos billones de dólares.
S&P se vio obligado a retirar la cifra de su análisis después de que funcionarios del Tesoro descubrieran que las estimaciones de la agencia de calificaciones sobre el gasto discrecional del Gobierno eran demasiado altas.
"Un juicio fallido por un error de 2 billones de dólares habla por sí mismo", decía el portavoz del Tesoro después de conocer que S&P rebajaba la calificación de deuda de Estados Unidos en un escalón.
Es la primera vez que el Tesoro estadounidense ha criticado públicamente a S&P. Funcionarios del Gobierno se han quejado de que la compresión del sistema político del país por parte de la agencia de calificaciones es demasiado simple.
Las discrepancias
Fuentes que conocen las conversaciones que tuvieron lugar el viernes entre S&P y el Tesoro de Estados Unidos han dicho que la agencia de calificaciones no quiso enmendar su error a pesar de que se le informó de los pormenores al respecto.
Funcionarios del Tesoro que no han querido revelar su identidad afirman que los principales operadores de bonos también están cuestionando la credibilidad de S&P, que ya recibió otro varapalo durante la crisis financiera de 2007-2009, cuando la deuda relacionada con las hipotecas perdió gran parte de su valor después de que originalmente recibiera buenas calificaciones.
Guerra política
Entretanto, los legisladores han aprovechado la rebaja para debatir sobre la mejor manera de controlar la brecha en el presupuesto de la nación. Los demócratas piden que haya más ingresos y los republicanos quieren centrarse en los recortes del gasto.
La decisión tomada por S&P "reafirma la necesidad de un enfoque equilibrado para una reducción del déficit que combine recortes del gasto con medidas para elevar los ingresos", ha dicho el líder de mayoría del Senado, Harry Reid, un demócrata de Nevada.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, un republicano de Ohio, dijo que la rebaja era "la más reciente consecuencia del gasto sin control que ha tenido lugar en Washington durante décadas".
Finalmente, el senador Jim DeMint ha sido más radical y ha pedido la dimisión del secretario del Tesoro, Timothy Geithner.