Según el trabajo elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), una carrera universitaria cuesta en Chile tres mil 400 dólares en promedio cada año, cifra que equivale al 22 por ciento del ingreso per cápita del país.
El senador Alejandro Navarro dijo a Notimex que “ese porcentaje es superior al de cualquier parte del mundo, o dicho de otra forma: en ningún otro país del mundo es tan cara la educación superior como en Chile, ni siquiera en los países desarrollados”.
El opositor legislador socialista señaló que el mismo estudio de la OCDE –-un foro que congrega a los países más desarrollados del mundo y al cual Chile pertenece desde el año anterior-- es muy crítico con el sistema educativo chileno y ha recomendado cambios de fondo.
Aseguró que el organismo con sede en París encontró que Chile es el único país donde las familias financian el 85 por ciento de la educación superior y el Estado sólo un 15 por ciento, lo que “debe cambiar porque ese porcentaje debiera ser exactamente el contrario”.
Los estudiantes chilenos de educación media y superior mantienen desde hace tres meses un paro y una serie de masivas movilizaciones en demanda de la gratuidad de la educación y del fin del lucro en el sistema, que es privado en su mayor parte.
El gobierno del presidente Sebastián Piñera ha respondido con un paquete de reformas al sistema que amplía las becas al 40 por ciento de los estudiantes universitarios más pobres y que reduce al 2.0 por ciento la tasa de interés en los créditos para cursar una carrera.
Los estudiantes, que participaron el miércoles y jueves pasado en un paro nacional convocado por organizaciones sindicales, consideran insuficiente la propuesta del gobierno y demandan abrir espacios para dotar al país de verdaderas universidades públicas.
Navarro comentó que “en Chile, el problema es que la educación fue privatizada en 1981 por la dictadura de (Augusto) Pinochet y ahora llegamos a un punto en que las familias chilenas no pueden seguir cargando con ese costo”.
De acuerdo con cifras oficiales, en Chile existen 940 mil estudiantes de educación superior, cifra que quintuplica a la de hace 20 años, pero el Estado sólo asume el 18 por ciento del costo de esa matrícula y las familias financian el restante 82 por ciento.
Datos de OCDE señalaron que el porcentaje del costo de la educación superior que recae en las familias chilenas es el mayor del mundo y se aleja mucho del de otros países como Dinamarca (3.5 por ciento), España (17), México (28) y Estados Unidos (34).
“El gobierno debe responder a las demandas estudiantiles con una propuesta más acorde a la realidad y si para eso es necesario una reforma fiscal que le permita al Estado financiar a la educación, hay que hacerla”, planteó Navarro.