Desde 2005, los gays y lesbianas en el Reino Unido pueden oficializar su relación a través de una fórmula legal llamada unión civil, con la que adquieren los mismos derechos que con el matrimonio. Sin embargo, los activistas de los derechos homosexuales consideran discriminatorio que los las uniones civiles entre personas del mismo sexo no puedan llamarse matrimonio, algo que podrá cambiar con la nueva legislación que estudia el Gobierno británico. El periodo de consulta sobre esta cuestión comenzará formalmente en marzo de 2012 lo que podría hacer posible que el matrimonio homosexual fuera legalizado antes de las próximas elecciones generales previstas para mayo de 2015.
Se trata de la primera vez que en el Reino Unido estudia formalmente la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, un cambio legislativo que afectaría a Inglaterra y Gales, pero no a Escocia e Irlanda del Norte, regiones autónomas con competencias propias en esta materia. Tanto la Iglesia Anglicana, mayoritaria en el Reino Unido, como la católica han mostrado su oposición a la equiparación de las uniones entre gais y lesbianas con el matrimonio.
El Ministerio de Interior británico levantó hace ocho meses la prohibición de que las ceremonias de uniones civiles entre homosexuales se celebraran en lugares religiosos, pero descartó hoy que la nueva reforma legislativa vaya a imponer a los grupos religiosos acoger matrimonios homosexuales en sus templos. La propuesta de legalizar el matrimonio gay parte del partido Liberal Demócrata que gobierna en coalición con los conservadores, en cuyas filas el apoyo a la medida no es mayoritario.
Precisamente, los liberaldemócratas comenzaron hoy su congreso anual en Birmingham (norte de Inglaterra) con la intención de convencer a sus bases de que están haciendo una aportación progresista al Gobierno de coalición con los conservadores.