En declaraciones a la prensa local, el sacerdote explicó que el hecho vandálico ocurrió el pasado 15 de septiembre y dañó las esculturas de los santos que estaban fuera y adentro de la iglesia de Nuestra Señora de La Paz, en Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlán.
Seis de las imágenes fueron destruidas en su totalidad, mientras que la de Cristo, en lo alto del altar del centro religioso, solo fue mutilada de los brazos.
Según el sacerdote, los hechos ocurrieron durante la madrugada y se percató de los daños cuando en el trascurso de la mañana regresó al recinto, procedente de otra de iglesia cercana.
Sánchez interpuso la denuncia correspondiente ante la policía.
“Es gente que está molesta con la iglesia la que hace esto. Creen que dañando las imágenes le causan daño a la iglesia”, comentó por su parte la feligresa, María Hernández.