El evento realizado este sábado en el Instituto Arturo Velásquez, de 12:00 a las 20:00 horas, tuvo tanto éxito que los visitantes seguían llegando aún cuando las pruebas de los distintos tipos de mole que competían por el “Mejor Mole de La Villita” ya se habían agotado.
En algunos casos tuvieron que realizar largas filas en los sitios que prometieron guisar de inmediato una cazuela más del gustado platillo.
Uno de los moles más demandados y elogiados fue el de la señora Eloisa Sigüenza, originaria de Tuxtepec, Oaxaca, quien aprendió la elaboración del platillo de su abuela y con ayuda de dos de sus cinco hijos se dedica a venderlo por pedido para fiestas cada fin de semana.
“Lo hacemos todo con productos oaxaqueños. Actualmente lo que más estoy vendiendo son los tamales de mole, hechos con auténtica hoja de plátano”, relató Sigüenza, quien emigró a Chicago hace 15 años siguiendo al primero de sus hijos.
La oaxaqueña, quien vive en el vecindario mexicano La Villita, es una de las 15 fundadoras de la Feria del Mole, un evento realizado por la organización civil Universidad Popular (UP), como una forma de apoyar a las inmigrantes dentro de su Programa de Empoderamiento de Mujeres.
La primera Feria del Mole inició hace seis años a partir de este programa en el que estaban inscritas 15 mujeres, amas de casa, de entre 25 a 60 años.
La encargada del grupo en ese tiempo, Olivia Flores-Godínez, directora de la institución, encontró en sus alumnas una frase común “yo no soy buena en nada” al tratar de explotar sus habilidades.
Un día, Flores-Godínez comprobó en una dinámica de grupo que las 15 mujeres no sólo sabían cocinar, sino que todas estaban orgullosas del mole que hacían y al compartir esta conversación con sus compañeros de la UP se enteró que en la Ciudad de México se realizaba una feria anual del mole.
La organización de la Feria del Mole en Chicago le permitió a la maestra Flores-Godínez alcanzar los objetivos del programa con sus 15 alumnas, pero también abrió la oportunidad para otras familias de mostrar sus habilidades y ganar premios y clientes.
En la actualidad las 15 participantes, incluida la señora Sigüenza, han logrado consolidar un negocio propio en su casa donde preparan su mole para eventos.
En tanto, la Casa de la Ciudad de México en el barrio de La Villita ha servido de liga con los organizadores de la Feria Internacional del Mole que se realiza en San Pedro Atocpan, delegación Milpa Alta, en el Distrito Federal.
Este vínculo les permite a las 15 emprendedoras perfeccionar la organización de su feria, que incluye variedad musical.
Además, este año el primer premio para la cocinera en Chicago del mejor mole consiste en una visita a la feria de Atocpan, en octubre próximo, y 500 dólares.