El director de ICE, John Morton, dijo que la operación “Cross Check” es reflejo del compromiso de la administración del presidente estadunidense Barack Obama de retirar de las calles a criminales que presentan una amenaza a la seguridad de la población.
“Esta operación pone de relieve el compromiso continuo de arrestar y deportar a criminales convictos y aquellos que violan nuestras leyes de migración”, dijo en conferencia de presa.
Los arrestos tuvieron lugar en los 50 estados del país durante una semana, con la intervención de mil 900 agentes, siendo la mayor operación de su tipo, de acuerdo con Morton.
Morton explicó que los dos mil 900 detenidos fueron convictos de ofensas criminales en Estados Unidos, y que de ellos mil 282 fueron convictos en múltiples ocasiones de crímenes diversos.
Los detenidos provienen de 115 países, mil 600 son criminales convictos, 681 fugitivos, 386 reingresaron al país de manera ilegal y 42 pertenecen a pandillas.