Al menos 37 personas murieron hoy cuando fuerzas de seguridad sirias abrieron fuego contra manifestantes antigubernamentales, que exigían la imposición de una zona de exclusión aérea sobre el país para proteger a la población civil.
Miles de sirios se sumaron a las manifestaciones que se iniciaron después de las oraciones musulmanas de este viernes en todo el país, a pesar de la fuerte presencia militar, particularmente enérgica en las ciudades de Homs y Hama, donde se registró la mayor represión.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó que la mayoría de las víctimas de la represión militar en esta jornada se registraron en Homs y Hama, donde las fuerzas de seguridad rodearon las mezquitas e hicieron arrestos antes de que concluyeran las oraciones.
Sin embargo, pese al asedio, la proliferación de puestos de control, el pueblo se manifestó en masa para demandar a la comunidad internacional la imposición de una zona de exclusión aérea, subrayó el Observatorio.
El objetivo es proteger a los civiles y animar a los soldados a desertar y unirse al “ejército libre” para que el movimiento que busca el fin del régimen del presidente Bashar al-Assad “pueda seguir con mayor fuerza”, precisó en una declaración.
La petición también fue lanzada por la llamada Revolución Siria 2011 en su página en la red social Facebook, al convocar a una nueva jornada nacional de protestas para este viernes, de acuerdo con reportes del canal árabe de noticias Al Arabiya.
Un oficial de ejército sirio que desertó y se refugió en Turquía aseguró en julio pasado haber creado una fuerza armada de la oposición a la que llamó “ejército sirio libre”, aunque su capacidad y número se desconoce.
La idea de una zona de exclusión aérea nació luego de que residentes de Homs denunciaron que helicópteros armados dispararon en esa ciudad esta semana, en una escalada de las operaciones militares que lleva a cabo el gobierno para sofocar la disidencia.