La Liga Árabe aprobó hoy sanciones económicas contra Siria para presionarlo a poner fin a ocho meses de represión contra opositores, que han dejado más de tres mil 500 muertos, sin embargo Damasco calificó esa decisión como una traición.

Un total de 19 de los 21 miembros de la Liga Árabe -sin contar Siria que fue suspendida- aprobaron las sanciones, entre ellas la suspensión de las transacciones con el banco Central de Siria, informó el primer ministro y canciller de Qatar, el jeque Hamad bin Jassim al-Thani.

En conferencia de prensa en El Cairo, donde tuvo lugar la reunión de la Liga Árabe, al-Thani destacó que las medidas punitivas pretender “prevenir cualquier intervención extranjera” en el conflicto, ya que la resolución a la crisis “debe estar dentro del marco árabe”.

Otras de las sanciones a Siria son la prohibición de los viajes de altos responsables sirios y de los vuelos de las aerolíneas sirias al resto de los países árabes, excepto en el caso de los aviones de mercancías.

También se impide cualquier transacción comercial y gubernamental a través de los bancos centrales árabes, que deberán vigilar los giros bancarios, salvo los que envíen los trabajadores sirios en el exterior a sus familiares.

Además, el bloqueo de los fondos financieros del gobierno y los responsables sirios de acuerdo con una lista de nombres que deberá elaborar una comisión, así como la suspensión de la financiación de cualquier proyecto en territorio sirio por parte de los países árabes.

Todas las sanciones entrarán vigor de inmediato, salvo la prohibición de vuelos entre los países árabes y Siria, que requerirá de los ajustes que introducirá el Comité Ejecutivo Técnico de la Liga en una reunión el próximo domingo, según la cadena qatarí Al Yazira.

La Liga Árabe aprobó por mayoría el paquete de sanciones económicas contra Siria después de que Damasco ignoró el ultimátum del organismo regional, que expiró el viernes pasado, para aceptar una misión de observadores árabes para verificar el cese de la violencia.

En un primer momento y tras aceptar el pasado 2 de noviembre el plan de la Liga Árabe, el régimen del presidente sirio Bashar Al Assad se comprometió a retirar al Ejército de las calles, liberar a presos políticos e iniciar un diálogo con la oposición.

Asimismo, a permitir la entrada de observadores y periodistas internacionales al país, sin embargo, ninguna de esas condiciones fueron cumplidas por Damasco.

Según el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, las sanciones tienen como objetivo presionar a las autoridades sirias para que pongan fin a la represión contra los manifestantes que exigen la renuncia de Assad desde mediados de marzo pasado.