Los familiares de los niños fallecidos en el accidente de un autobús belga en el sur de Suiza fueron trasladados hoy a Ginebra para reconocer los cuerpos de las víctimas, informó el Ministerio belga de Defensa.
Los familiares, quienes viajaron en un avión del ejército belga, están asistidos por psicólogos y asistentes médicos.
El rey Alberto II, quien acogió a las familias de las víctimas en el aeropuerto militar de Melsbroek, viajará a Suiza para conocer los detalles del accidente, al igual que el primer ministro, Elio Di Rupo, y los ministros de Finanzas, Steven Vanackere, y de la región de Flandes, Kris Peeters.
“El rey está profundamente conmocionado con la noticia del accidente. Su pensamiento está con las víctimas y las familias”, destacó un comunicado del Palacio Real.
Por su parte, la ministra de Interior, Joëlle Milquet, anunció que enviará esta tarde a Suiza un equipo de la unidad de Identificación de Víctimas de Desastres (DVI) de la policía federal.
En tanto, el ministro de Exteriores, Didier Reynders, decidió poner en marcha un Centro de Crisis.
Di Rupo prometió a las familias de las víctimas que el gobierno belga “hará lo necesario para mantenerlas correctamente informadas y con la mayor dignidad”.
El accidente se produjo en torno a las 20:15 GMT del martes en la localidad suiza de Sierre, al sur del país, cuando el autobús belga en el que viajaban 52 personas chocó contra la pared de un túnel por motivos aún desconocidos.
Los viajeros eran alumnos de sexto año de dos escuelas primarias de las localidades de Lommel y Heverlee (en el norte de Bélgica), que regresaban de un viaje escolar de esquí en los Alpes suizos, acompañados de siete profesores y monitores.
Además de los 22 niños fallecidos y otros 24 heridos, ya se ha confirmado también la muerte de un profesor y una monitora en ese accidente que las autoridades suizas han calificado de “sin precedentes”.