El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, afirmó que la reforma laboral emprendida por el gobierno que encabeza el popular Mariano Rajoy “va en la buena dirección” y será positiva para la mejora de la economía española.

Emilio Botín presidió este viernes en Santander, norte de España, la junta general de accionistas de la entidad en la que se han aprobado las cuentas correspondientes a 2011.

El empresario defendió ante la junta de accionistas los pasos que está dando el gobierno español con la adopción de medidas “duras en el corto plazo, pero imprescindibles de cara al futuro”.

Sostuvo que la reforma financiera es un paso muy importante en el proceso de saneamiento del sector bancario, el cual, afirmó, está asegura un esfuerzo sin precedentes en Europa para hacer frente a los problemas de algunas cajas de ahorros.

Sin embargo, puntualizó que el nuevo entorno bancario deberá contar con entidades más grandes, eficientes y con una red de distribución más ajustada a la dimensión del negocio.

“Esto será bueno para que se restablezca el flujo del crédito hacia la economía”, anotó.

En la junta de accionistas, Botín resaltó que “el año 2011 ha estado caracterizado por un entorno económico, financiero y regulatorio muy difícil”.

No obstante, aseveró que Banco Santander ha mantenido su política de dar prioridad al fortalecimiento del balance en cuanto a capital, liquidez y saneamientos, obteniendo un beneficio atribuido de cinco mil 351 millones de euros (siete mil 143 millones de dólares).

Este beneficio fue de un 34.6 por ciento menos que el año 2010.

Recordó que, de acuerdo a esta política, la entidad decidió anticiparse a los requerimientos de provisiones adicionales aprobados por el gobierno y destinó mil 812 millones de euros (dos mil 419 millones de dólares) a saneamientos brutos no exigibles de los activos inmobiliarios.

Esto permitió situar en el 50 por ciento la cobertura de los inmuebles en España.

Precisó que este saneamiento, junto con una amortización parcial del fondo de comercio del banco en Portugal, redujo los resultados netos en mil 670 millones (dos mil 229 millones de dólares).

Sin ellos, aseguró, el beneficio neto se habría situado en siete mil millones de euros (nueve mil 342 millones de dólares).