Cientos de personas se reunieron en Bolonia para participar en la marcha de "las viudas de la crisis", convocada por esposas y familiares de decenas de pequeños empresarios o desempleados que se han suicidado a causa de la recesión.

"Estas personas que se quitan la vida no son dementes, deprimidos o exaltados, son personas desesperadas", dijo a los medios Tiziana Marrone, viuda de Giuseppe Campaniello, un artesano que el pasado 28 de marzo se inmoló frente a una oficina de recaudación de impuestos.

Llamó a tomar medidas para salvar a pequeñas empresas estranguladas por la crisis que "son la columna vertebral del país".

Marrone encabezó la marcha, que inició frente al hospital Maggiore de la ciudad de Bolonia en el norte de Italia, donde su marido murió luego de varios días de agonía.

El cortejo con banderas blancas se detuvo frente al lugar en el que Campaniello se prendió fuego, desesperado por las deudas.

Pero la viuda se distanció del hombre armado que, endeudado con el fisco, la víspera tomó varios rehenes dentro de una agencia tributaria en la provincia de Bergamo y se rindió luego de más de seis horas de negociaciones con las fuerzas del orden.

"Puedo comprender el estado de ánimo de esta persona, porque la desesperación es total, pero no estoy de acuerdo con su acción", declaró.

Afirmó estar desempleada y temer que "ahora el Estado venga a tocar a mi puerta, luego de que ya se llevaron a mi marido".

Eliabetta Bianchi, una de las organizadoras de la marcha, afirmó que se trataba de una iniciativa apolítica que se hizo necesaria para recordar a "las víctimas del fisco".

Según un informe de la organización de análisis y estudios sociales Eures, el portal de la Comisión Europea encargado de asuntos de trabajo, en Italia en promedio hay un suicidio diario a causa de la crisis, sobre todo entre pequeños empresarios quebradas y desempleados.

Las regiones del norte, en particular la de Lombardia (la más industrializada del país), son las que detentan el récord en la materia.

Indicó que en 2010 se registraron 362 suicidios de desempleados, frente a los 357 de 2009 y los 270 del trienio precedente, antes de que iniciara la crisis económica global.

Por su parte, la Confederación de Artesanos de la norteña ciudad de Mestre aseguró que entre 2008 y 2010 los suicidios por motivos económicos aumentaron 24.6 por ciento.