En el Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid donde trabaja el catedrático de Genética Jaime Gosálvez le tienen «un especial cariño al espermatozoide y a su molécula del ADN, sobre los que llevan años investigando. Primero lo han hecho con el semen de animales, contribuyendo a mejorar determinados ejemplares como los toros que se empleaan para los rodeos en Texas, en Estados Unidos; los elefantes de Tailandia, o, el caballo árabe en Egipto (su trabajo más reciente).
Desde hace algunos meses este experto colabora con el Centro de Fecundación in vitro de Asturias (Cefiva) en la realización de un estudio multicéntrico sobre la calidad seminal y el envejecimiento de los espermatozoides, un proceso que se denomina como «fragmentación del ADN. Gosálvez analizará, a su vez, muestras seminales de varones asturianos que el Cefiva conserva desde hace 25 años y que según este catedrático, «son de las pocas que han sido celosamente guardadas durante más de dos décadas en España».
-Es experto en temas relacionados con el envejecimiento del esperma, tanto en humanos como en animales. ¿Qué es eso de la fragmentación del ADN del espermatozoide?
-La fragmentación del ADN no es otra cosa que la pérdida de la información lineal que hay en un espermatozoide. Es un proceso que se produce por la rotura de la molécula del ADN. Todo espermatozoide tiene una vida útil que varía, y mucho, según cada varón. Hay espermatozoides que pueden permanecer 'vivos' durante dos días y otros, en cambio, empiezan a dañarse (fragmentarse) a las dos horas de la eyaculación.
-Los estudios sobre reproducción se centraban hasta ahora en la mujer. Se hablaba muy poco del varón.
-El factor masculino quedó relegado a un segundo plano por asumir, sin evidencia científica, que como el varón tiene muchos espermatozoides casi siempre elegiríamos uno bueno. Pero la realidad nos está indicando que es hora de cambiar esa forma de pensar. Hay varones que producen muchos espermatozoides pero que no son de la calidad deseada y suficiente. Que se mantenga el deseo sexual hasta edad avanzada no significa que también se mantenga la calidad del semen.
-Ya se sabe que los óvulos envejecen. ¿El esperma también?
-Sí. Nadie escapa a la muerte programada. Nos oxidamos, nos desgastamos y cada vez somos menos eficaces en nuestras funciones biológicas básicas. La pérdida de la función sexual es simplemente una muerte genética. Mientras que las mujeres tienen una vida programada para la eficacia reproductiva de sus óvulos de unos 35 años, el varón puede eyacular espermatozoides de cierta calidad hasta edades mucho más avanzadas, pero en general, su ADN se fragmenta con mayor facilidad y son menos eficaces.
-O sea, que la calidad del semen empeoró en los últimos años.
-Muchísimo. El panorama es peor de lo imaginamos. En las sociedades que hemos tenido a bien llamarlas avanzadas, la calidad seminal decrece de forma alarmante. Se derrumba. En muchas clínicas de fertilización se llega a descartar casi al 90% de los donantes potenciales de semen.
Información de ABC