Una imagen satírica de Benedicto XVI en la portada de la revista alemana "Titanic" enojó a El Vaticano, que logró evitar su circulación gracias a una orden judicial, y abrió una polémica en Europa sobre el uso de la imagen del pontifice.
Grupos católicos italianos y de otros países cantaron victoria luego que un tribunal de Hamburgo emitió la noche del martes una sentencia urgente que bloqueó la venta de la polémica portada.
El último número de Titanic mostraba la figura de cuerpo entero de Benedicto XVI, vestido de blanco con una mancha amarilla a la altura de la ingle, mientras en la contraportada estaba la imagen del Papa de espaldas con una mancha marrón debajo de la cintura.
El fotomontaje fue acompañado por la frase: "Alleluia en El Vaticano. Encontrada la pérdida", en referencia al caso del "vatileaks", la filtración a la prensa de documentos confidenciales robados de los apartamentos pontificios.
La información sobre la revista llegó hasta Roma, donde en pocas horas el "número tres" de la Sede Apostólica, el sustituto de la Secretaría de Estado Giovanni Angelo Becciu, interpuso a través de una oficina legal alemana, una queja ante la justicia por "violación de los derechos de la personalidad" .
Los jueces le dieron razón y obligaron a Titanic a sacar el montaje de su sitio de internet y a publicar la edición en papel con la primera página completamente en blanco.