La policía desactivó ayer las “principales amenazas” escondidas en el departamento del joven que mató a 12 personas e hirió a 58, al disparar contra el público durante el estreno de la última película de Batman en la ciudad de Aurora, Colorado.
Expertos en explosivos regresaron al departamento del atacante, James Holmes y buscaron la manera de desactivar la red de detonantes que el mismo homicida informó tener.
Las autoridades federales detonaron un explosivo pequeño y desactivaron otro en el interior de la vivienda de Holmes cerca de Denver, mediante un dispositivo que emite una onda de choque y lanza agua, dijo un funcionario que pidió el anonimato.
En el departamento de Holmes había al parecer tres tipos de explosivos —frascos llenos de catalizadores químicos, que estallarían al mezclarse, y más de 30 “granadas improvisadas”— aseguró el funcionario.
“Hemos tenido éxito en la desactivación de un segundo dispositivo de disparo”, aseguró, por su parte, la portavoz del Departamento de Policía de Aurora Cassidee Carlson. Poco después se oía una pequeña explosión.
“Permaneceremos en el lugar muchas horas, reuniendo pruebas y tratando de reducir riesgos”, agregó.
A la espera de encontrar pistas que revelen el móvil del atacante, los especialistas indicaron que podría realizarse una detonación controlada en el sitio.
Los expertos se enfocarán en desactivar un cable trampa que ha frustrado hasta el cierre de esta edición los intentos de ingreso, afirmó la sargento Carlson.
“Esto puede causar una fuerte explosión y puede ser que haya fuego”, agregó quien formara parte de la investigación.
El agente especial del FBI, James Yacone, indicó que, si bien la mayoría de los explosivos se retiró o detonó en el apartamento, “la amenaza no se ha eliminado por completo”.
“Era un ambiente extremadamente peligroso”, apuntó.
En su mensaje sabatino de radio, el presidente Barack Obama apremió a los estadunidenses a orar “por las víctimas de esta terrible tragedia, por la gente que las conocía y las amaba, por todos aquellos que siguen luchando para recuperarse”.
Holmes instaló trampas en su casa con la intención específica de matar al agente que acudiera a investigar, en cuanto abriera la puerta, aseguró el jefe policial de Aurora, Dan Oates.