Al menos 180 personas murieron y otras mil 300 resultaron heridas en dos fuertes sismos que azotaron ayer la región de Tabriz, en el noroeste de Irán, donde decenas de pueblos quedaron destruidos.
“Desgraciadamente el balance sigue aumentando y ahora estamos en 180 muertos y mil 300 heridos”, informó Jalil Saie, el jefe del Centro de Catástrofes Naturales de Azerbaiyán Oriental, una de las provincias del país.
“Hasta ahora no hay ningún muerto en las ciudades y todas las víctimas proceden de zonas rurales”, añadió.
En un lapso de 11 minutos dos terremotos de magnitud 6.2 y 6 grados en la escala de Richter sacudieron a las 12:19 y las 12:30 GMT las ciudades de Ahar y Varzeqan, así como pueblos cercanos.
Tras los dos terremotos principales se sucedieron en la zona una veintena de réplicas de diferentes magnitudes, lo que causó pánico en los habitantes de la región.
Según información no confirmada oficialmente, unos 60 pueblos resultaron seriamente dañados por los sismos. No está claro cuántas personas viven en estos poblados.
El jefe del departamento de emergencia del país, Gholam-Reza Massumi, señaló que los heridos fueron trasladados a hospitales de la capital provincial Tabriz y a la vecina provincia de Ardebil.
Saie indicó que algunos de los heridos murieron mientras eran trasladados a ciudades cercanas.
La Media Luna Roja informó que establecerá hospitales móviles en las regiones afectadas para dar atención de emergencia a los heridos.
La televisión estatal señaló que los sismos se sintieron también en las provincias vecinas. La superficie de Irán se encuentra sobre una falla geológica que ocasiona constantes movimientos telúricos.
Las zonas afectadas son los distritos de Ahar, Varzagan, Haris y Mehraban, según Saie, quien también señaló que “60 aldeas sufrieron daños de entre 50 y 70 por ciento y, además, hay seis aldeas totalmente arrasadas”.
Desde la zona se incrementaron las peticiones de ayuda debido a la magnitud de la catástrofe, y algunos políticos locales pidieron que se aumentaran los equipos de socorro, la asistencia médica, la comida y objetos de primera necesidad para atender a los atrapados, heridos y personas que se han quedado sin cobijo.
En la localidad de Varzagan, una de las más afectadas, explotó un gasoducto debido a los terremotos, según la agencia local ISNA, aunque no se precisó si este suceso causó víctimas.
Además del gas, cuyo suministro se suspendió en unas 70 poblaciones del área, también se cortó buena parte de las líneas eléctricas y las comunicaciones telefónicas por cable.
Un portavoz de los bomberos de la ciudad afirmó, por su parte, que “la electricidad está cortada en la mayoría de barrios (...) y hay un tráfico caótico”.
En los equipos de rescate que acudieron a la zona hubo perros entrenados en la localización de personas que pudieran quedar atrapadas y, según ISNA, los socorristas sacaron de entre las ruinas con vida a más de 200 atrapados.
“El acceso a los pueblos de la región está cortado y sólo tenemos contacto telefónico”, indicó en un primer momento Mahmoud Mozafar, responsable de las operaciones de socorro de la Media Luna Roja iraní, en declaraciones a la agencia Mehr, y explicó que había helicópteros y equipos de socorro en la zona.
El instituto de estudios geológicos estadunidense, que supervisa los sismos en todo el mundo, confirmó los temblores y estimó el primero en 6.4 grados y el segundo en 6.3 grados en la llamada escala de magnitud de momento, que se utiliza para los sismos superiores a 5 grados.
La primera evaluación de los daños en las viviendas de esas poblaciones asciende a más de 800 millones de riales (unos 65 mil dólares).
Mozaffar, precisó que 66 rescatistas fueron enviados al área afectada por el sismo.
La mayor parte del territorio de Irán, incluido Teherán, la capital, una ciudad de 14 millones de habitantes, se encuentra en una zona de constantes movimientos telúricos, que han ocasionado decenas de miles de muertos en las últimas décadas.