Al menos 16 personas murieron hoy y otras 77 resultaron heridas por el estallido de cuatro coches bomba en barrios de mayoría chií de Bagdad, lo que eleva a 78 la cifra de fallecidos en la ola de atentados registrada en el país. Una fuente de la Policía iraquí informó a Efe de que el atentado más mortífero fue perpetrado en la entrada de la zona de Al Guashash y causó la muerte de siete personas y 21 heridos. La explosión provocó importantes daños materiales en los edificios de la zona, cuya población profesa mayoritariamente la confesión chií. 

El segundo vehículo explotó cerca de un restaurante popular en el barrio de Al Shuala, ubicado en el noroeste de Bagdad, en un ataque que se saldó con cinco fallecidos y 38 heridos. También en el noroeste de la capital, tres civiles murieron y catorce resultaron heridos al detonar un coche bomba cerca de un mercado popular dedicado a la venta de aves en el barrio Al Horreya. En un atentado similar, también en las proximidades de un mercado, una persona falleció y cuatro sufrieron heridas por el estallido del vehículo. Estos nuevos ataques se producen horas después de que una cadena de atentados con coches bomba y artefactos explosivos causara la muerte de al menos 62 personas y heridas a 217 en todo el país, de acuerdo al último balance de víctimas facilitado a Efe por una fuente de la Policía iraquí. 

El atentado más sangriento se produjo cerca de la ciudad de Al Emara, 370 kilómetros al sur de Bagdad, donde quince personas fallecieron y cincuenta sufrieron heridas por el estallido de dos coches bomba. En medio de esta ola de violencia, un tribunal iraquí condenó hoy a muerte en rebeldía al vicepresidente suní Tareq al Hashemi, tras hallarlo culpable de delitos de terrorismo.