Edgar veía las noticias en la televisión a las seis y media de la tarde cuando se fue la luz, y 15 minutos más tarde ya estaba inundada su casa.

Media hora después, y con el agua a la cintura, él y su hermano se aferraban a un poste de la calle para salvar la vida.

A consecuencia del huracán Sandy, Edgar Ángeles, de 34 años de edad, y su hermano Jorge, de 52 –originarios de Ciudad Nezahualcóyotl, en el estado de México–, perdieron en minutos todo el patrimonio que habían adquirido luego de dos décadas de trabajo en Nueva York.

“El miércoles regresamos a la casa y lo único que pudimos recuperar fueron unos cuantos tenis y un poco de ropa”, afirmó Edgar, quien sobrevivió gracias a que durante media hora se sujetó del poste de la calle para protegerse del viento y del agua de mar.
Edgar y su hermano viven temporalmente con un conocido del mismo municipio en que sucedió su tragedia, Staten Island, aunque en un barrio más seguro que Oceanview, donde rentaban su casa.

Trabajador de la industria de la construcción, Edgar ha pasado 12 días sin laborar desde la llegada de Sandy a Nueva York, el lunes 29 de octubre. Ninguno de sus empleadores lo ha llamado.

Igual que a los miles de indocumentados mexicanos afectados por el huracán Sandy, los tres niveles de gobierno de Estados Unidos le han negado a Edgar toda ayuda, excepto aquella temporal que le pueden dar en un albergue.

Su única esperanza es obtener asistencia de personas caritativas, organizaciones comunitarias y el Consulado de México en Nueva York.

De acuerdo con esta sede diplomática, al menos 120 familias mexicanas han quedado sin vivienda en la zona metropolitana de Nueva York, y se encuentran en situaciones similares o más críticas que la de Edgar, que no tiene hijos.

El Consulado, no obstante, dejó en claro que la cifra de damnificados mexicanos es mucho mayor a la detectada y que aumentará de acuerdo a como la gente pueda resolver sus necesidades básicas de hospedaje y alimento y pueda avisar sobre su situación.

Hasta este viernes, esta sede diplomática ha entregado ayuda económica a 378 personas afectadas por Sandy. Asimismo, abrió una cuenta bancaria para que cualquier persona pueda donar para los mexicanos damnificados por este fenómeno meteorológico.

Al igual que los hermanos Ángeles, al menos unos 50 mexicanos afectados por Sandy se dieron cita este viernes en el Centro del Inmigrante de Staten Island para recibir artículos, principalmente para el uso de niños, entregados por la actriz y cantante Thalía.

Unos se quejaron de que a 12 días del huracán, sin ningún tipo de asistencia más que la caridad de algunos ciudadanos, miles en Staten Island siguen aún sin luz, sin calefacción y sin agua corriente.

Para Gil Gloria, de 72 años de edad y originario del estado de Morelos, la pérdida fue por partida triple. Él, sus tres hijos y sus familias, todos de origen mexicano, ocupaban tres casas en el barrio de Midland, las cuales quedaron totalmente destruidas.
“No teníamos cuentas de banco. Ahí estaban todos nuestros ahorros”, dijo Gloria, quien llegó a Estados Unidos hace 17 años con sus hijos, y que ahora es la cabeza de una familia extendida de 12 personas.

Cuatro de los familiares de Gloria ya regresaron al trabajo, otros dos esperan ser llamados de vuelta a las labores. De pagos atrasados durante la inundación no hablan los empleadores, aseguró Arturo Gloria, hijo de Gil.

“Yo necesito mi trabajo, no puedo poner condiciones para recuperarlo. Somos familia y necesitamos comer. No podemos depender sólo de la ayuda de la gente”, enfatizó el hijo de Gil Gloria.