Foto.- Agencia Xinhua

La escritora peruana Rosina Valcárcel destacó hoy que  la marcó culturalmente su estadía en México, donde pasó parte de su niñez durante el exilio de su padre Gustavo bajo el gobierno militar del general Manuel Odría en 1950.  

"Allá nos contaban fábulas sobre mitos, leyendas aztecas, toltecas y mayas que marcaron mi pensamiento. Aquí, cuando regresamos a Perú, afiancé esos pensamientos con los mitos andinos propios", dijo Valcárcel en una entrevista con Xinhua.

La escritora peruana, quien el pasado 19 de julio presentó la nueva edición de su libro "Mitos, dominación y resistencia andina", editado por la Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, afirmó que su acercamiento a la cultura mexicana fue determinante para su formación intelectual.

"México nos marcó a los cuatro vientos para comprender la expresión cultural ancestral que enriquece a ese país y que tiene un paralelo similar con la cultura andina peruana", afirmó.

Valcárcel, quien presentó su obra en la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL 2013), es autora de una vasta producción literaria entre las cuales destacan "Sendas del Bosque" (1966), "Loca como las aves" (1995), "Paseo de sonámbula" (2001) y "Diario de Talismanes" (2005).

"Mi padre sufrió por sus ideales políticos y yo de niña fue exiliada por cinco años en esa tierra maravillosa que es México, sus leyendas influyeron mucho en mi vida, en los estudios y en mis libros", dijo la autora peruana, quien durante su infancia estudió educación primaria en la capital mexicana.

El padre de la escritora, Gustavo Valcárcel (1921-1990), fue un escritor de reconocida trayectoria en Perú y vivió en la ciudad de México con su familia durante la década de los 50 del siglo pasado, debido a los problemas políticos que le ocasionaron sus ideas y sus obras de corte social.

Con respecto a su último libro, la autora sostuvo que parte del espíritu que resalta del mito andino también está presente en los mitos y leyendas de las culturas ancestrales mexicanas.

Según la comparación que hizo Valcárcel entre el mito azteca y el mito andino, llegó a la conclusión de que ambos tienen similitudes y desempeñan el mismo rol de desentrañar los orígenes y la cosmovisión de los pueblos panamericanos.

"Son muy parecidos, no encuentro mayores diferencias porque vinimos de las mismas raíces", señaló la autora, quien se nutrió de las dos vertientes más ricas de las culturas originarias americanas, la inca y la azteca y maya.

"Los personajes como Quetzalcoátl, en el mito azteca, tienen muchas similitudes con personajes míticos andinos como Pachacamac, ambos son considerados dioses principales de la creación, avivadores del espíritu de los seres vivos y la naturaleza", expresó.

Valcárcel también planteó que Perú y México tienen fuertes raíces culturales autóctonas que se han incorporado a la idiosincrasia y a la cultura regional latinoamericana moderna.

"La raíz, el origen, la historia, los mitos y los personales históricos andinos y mexicanos, representan un todo que puede ser asimilado en la cultura de nuestros países, aunque haya que reconocer que México ha desarrollado con mayor madurez su identidad nacional", precisó.

De acuerdo con la escritora, Perú y el resto de países latinoamericanos aún deben hacer mucha más de lo que hasta ahora han hecho por recuperar su identidad originaria y valorarla en toda su dimensión como parte de nuestra identidad.  

"México nos gana en el espíritu nacionalista ancestral que tiene más raigambre popular entre su población. A nosotros nos falta un nacionalismo más auténtico", afirmó.

Sin embargo, reconoció que en Perú, la influencia del mito en la formación de la identidad peruana se ha dado de manera natural, social, sin la intervención de una política de Estado, como sí se hizo en México.

"Hay varias expresiones míticas que han logrado sobrevivir como la creencia en Pachacamac, por intermedio de la religión católica, que ahora existe en la imagen cristiana de 'El Señor de los Milagros' y aún mantiene su vinculación a la Tierra", indicó.

Recordó que el pasado de Perú estuvo marcado por una violencia extrema de la Iglesia católica durante la época colonial española, periodo que fue escenario de la llamada Campaña de Extirpación de Idolatrías que remeció el territorio peruano con la quema de templos incas y el asesinato de sacerdotes que no aceptaban el cristianismo.

"Estas expresiones sobrevivieron pese a la campaña de extirpación de idolatrías de la colonia, cuando se asesinaron a los sacerdotes indígenas y las comunidades eran saqueadas por los españoles", explicó.

Agregó que, pese a esta campaña de extirpación de la cultura inca, aún quedaron varios mitos de origen andino que sobrevivieron gracias a la habilidad de las poblaciones originarias de camuflarse en ritos católicos.

Valcárcel puntualizó que los peruanos, los mexicanos y todos los latinoamericanos tienen una raíz común que deben ser recuperada y valorada en su real dimensión, como parte de la riqueza cultural milenaria de estos países.  

"Hay que seguir orgullos de nuestra identidad, hay que seguir enriqueciendo y valorando estas expresiones culturales originarias", subrayó la escritora durante la Feria Internacional del Libro de la capital peruana que concluirá el 4 de agosto.

La feria, que este año tiene como invitado al escritor puertorriqueño Eduardo Lalo, ganador del Premio Rómulo Gallegos, también reúne a 75 escritores, como el nicaraguense Sergio Ramírez, el poeta peruano Marco Matos, el novelista argentino Federico Andahazi, el estadounidense Dennis O'Neil y el puertorriqueño Rafael Acevedo.