Dos hombres que conducían por una carretera rusa se encontraron una inesperada sorpresa: nada menos que un tigre.
Junto a otros conductores, los dos individuos hicieron una parada en el camino para grabar al animal salvaje que, pese a su imponente tamaño y legendaria agresividad, parecía tranquilo y sin muchas ganas de cenar.