Los moscovitas han estado durante varias horas este lunes envueltos en un fuerte olor de huevos podridos que se cierne sobre la capital rusa debido, aparentemente, a una fuga de sulfuro de hidrógeno.
La concentración más intensa del gas se ha registrado en el sureste de Moscú, donde la reducida visibilidad no permite percibir ni siquiera los edificios. Según los habitantes de la zona, el olor se siente incluso a través de las ventanas cerradas.
Según la información proporcionada por un portavoz del Ministerio de Emergencias, el fuerte olor está siendo causado por un fallo técnico en la Planta Petrolera de Moscú y la respectiva fuga de sulfuro de hidrógeno. Ha confirmado que el nivel del sulfuro de hidrógeno en el aire ha superado ampliamente la norma. Sin embargo, la empresa responsable de la planta, Gazprom Neft, ha desmentido un accidente en el sitio e insiste en que la fábrica continúa con su rutina de forma regular.
Entre las versiones que circulan actualmente en Internet, la nube podría estar compuesta de formaldehído y estireno. Mosekomonitoring, una ONG dedicada al seguimiento de la situación ecológica en Moscú, reporta alta concentración de ambos gases en la atmósfera.