Los sismos de entre 5.4 y 5.9 grados en la escala de Richter fueron seguidos por más de 200 réplicas superiores a los 3.0 grados Richter, informó el servicio de Protección Civil.
La dependencia confirmó que un hombre de 73 años murió de infarto en la localidad de Tolentino, mientras se reportaron decenas de heridos leves.
Los daños más graves los sufrieron casas y edificios históricos en pueblos medievales de las regiones de Marche, Abruzzo y Umbria.
Unas tres mil personas debieron abandonar sus casas y pasaron la noche en campamentos improvisados.
La réplica más fuerte alcanzó los 4.4 grados Richter y se registró este jueves a las 10:21 horas locales (08:21 GMT) con epicentro en el pueblo de Castel Sant'Angelo sul Nera, región de Marche, informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV).
Los sismos más intensos se registraron el miércoles a las 19:11 (17:11 GMT) y 21:18 (19:18 GMT) horas y se sintieron en todo el centro del país, incluida Roma y en algunas zonas del norte.
Aparentemente el primer temblor salvó la vida de muchas personas, que abandonaron inmuebles que posteriormente se cayeron con el segundo sismo.
Portavoces de Protección Civil confirmaron que hubo nuevos derrumbes en el pueblo de Amatrice, el más afectado por el terremoto del pasado 24 de agosto que dejó 297 muertos.
El jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio, el delegado para la reconstrucción, Vasco Errani y el gobernador de Marche, Luca Ceriscioli, visitaron este jueves los pueblos más afectados.
Estamos evaluando transferir a los damnificados a la costa. Tenemos como dos mil o tres mil damnificados y temo que hay muchas casas que no pueden ser habitadas, dijo Curcio.
Medios locales confirmaron que en los pueblos de Visso, Norcia, Ussita y Camerino diversos inmuebles de carácter histórico, como iglesias con siglos de antigüedad, se derrumbaron.
Todo el centro histórico de Visso fue desalojado, mientras en Camerino el campanario de una iglesia cayó sobre un inmueble al lado, pero sin causar víctimas porque estaba desocupado.