El ministro italiano de Exteriores, Paolo Gentiloni, aceptó el nombramiento de primer ministro tras la dimisión de Matteo Renzi y aseguró que tratará de poner en marcha con brevedad una nueva ley electoral que permita celebrar comicios.
"Agradezco al presidente de la República el encargo que me ha conferido. Trataré de llevar a cabo la tarea con dignidad y responsabilidad", dijo ante los medios después del anuncio de su nombramiento por el secretario general de la República italiana, Ugo Zampetti.
Gentiloni se mostró dispuesto a "facilitar el trabajo de las fuerzas parlamentarias para definir con una necesaria brevedad las nuevas reglas electorales".
Uno de los hombres más fieles a Renzi durante su Ejecutivo, Gentiloni deberá ahora hacerse cargo del nuevo Gobierno después de que el político florentino dimitiera por el rechazo de los italianos mostrado en las urnas a su reforma constitucional el pasado día 4.
"Soy consciente de la urgencia de dar a Italia un Gobierno en plenitud de sus poderes para afrontar con la máxima determinación los compromisos internacionales, económicos y sociales, comenzando por la reconstrucción de las zonas golpeadas por el terremoto", declaró el nuevo primer ministro.
Gentiloni se refería a asuntos espinosos como la situación delicada en la que se encuentra el banco italiano Monte dei Paschi di Siena, ahogado en una amplia cartera de créditos morosos e inmerso en una ampliación de capital de cinco mil millones de euros.
También aludía a citas internacionales como la cumbre del G7 o el 60 aniversario de la firma de Tratado de Roma, que organizará Italia el próximo año, además de asistir a los evacuados por los terremotos que han asolado el centro del país y la reconstrucción de las localidades afectadas.
Gentiloni, que reconoció que asume el cargo después de que Renzi haya manifestado "su voluntad de no aceptar un nuevo mandato", confirmó que, para la constitución de su Ejecutivo, tendrá en cuenta las reflexiones de Mattarella tras la ronda de consultas mantenidas con todas las fuerzas políticas.
"En estas conversaciones también se ha puesto de manifiesto la falta de disponibilidad por parte de fuerzas de la oposición de no compartir la responsabilidad de un nuevo Ejecutivo", dijo.
El Partido Demócrata, en el Gobierno, había expresado su intención de conformar un Ejecutivo que contara con la participación de todas las fuerzas políticas, pero grupos como el Movimiento Cinco Estrellas o la Liga Norte han rechazado apoyarlo y han pedido comicios lo antes posible.
"Por eso, no por elección, sino por obligación y por responsabilidad, nos moveremos en el cuadro del Gobierno dimisionario", añadió.
El nombramiento de Gentiloni se produce sólo horas después de que Mattarella concluyera la ronda de consultas con las distintas fuerzas políticas del país con la intención de tomar una decisión para atajar la situación de inestabilidad política.
Ya el sábado, tras los contactos, Mattarella avisó de que quería para Italia "un Gobierno lo antes posible en plenitud de sus funciones", capaz de asumir responsabilidades "de carácter interno, europeo e internacional".