La política de una sola China es el fundamento político del desarrollo sano de la relación chino-estadunidense, asentó Geng Shuang, vocero del ministerio chino de Asuntos Exteriores en conferencia de prensa.

La posición de la Cancillería china se sumó al editorial del Global Times, diario de corte gubernamental del país asiático, que llamó a Trump "ignorante como un niño en asuntos de política exterior".

El rotativo también descartó cualquier negociación sobre la polítca de una sola China, que marca que Taiwán es parte indivisible de China.

Trump vinculó este domingo el seguimiento de su administración a la política de una sola China a que Beijing haga concesiones en materias como comercio exterior.

Comprendo por completo la política de una sola China, pero no entiendo por que tendríamos que seguirla a menos que lleguemos a acuerdos con China sobre otros asuntos, incluido comercio, dijo en Fox News Sunday.

Además, insistió en sus críticas a la política que sigue Beijing en materia de tipo de cambio de su moneda, o su política en el mar del Sur de China, donde no debe de construir una fortaleza, indicó.

Francamente, añadió, no nos ayuda con Corea del Norte en absoluto, dijo en referencia al respaldo político y económico que Beijing da a Pyongyang, pese a las reiteradas sanciones por su política nuclear.

Se trata del agravamiento de las tensiones entre Trump y Beijing ya en la etapa postelectoral, pues el excandidato presidencial republicano ha cuestionado de tiempo atrás a China por su política comercial y por dejar sin empleo a los estadunidenses.

Ya tras su victoria en el número de delegados que elegirán al próximo presidente estadunidense, Trump habló con la presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, de quien recibió felicitaciones por su triunfo.

La conversación fue informada a la prensa por el equipo del virtual mandatario, en la primera vez desde 1979 que un funcionario de esa condición o inclusive ya como presidente en funciones, conversa con el máximo líder político de Taiwán.

Luego de esa conversación sostenida el 2 de diciembre, el sábado 3 el mismo vocero de la cancillería, Geng Shuang, comunicó que se había expresado la posición China ante la parte indicada en Estados Unidos.

Y reiteró que en el mundo solo hay una China y Taiwán es parte inseparable del territorio chino.

"El principio de una sola China es el fundamente político de las relaciones China-Estados Unidos", palabras que dijo hace dos semanas y que el vocero ha repetido ahora.

Pidió por ello abstenerse de causar "interferencia innecesaria" en la relación China-Estados Unidos".

El equipo de Trump no solo informó de la conversación con la líder taiwanesa, sino indicó que durante la conversación hicieron notar los cercanos vínculos políticos y de seguridad entre Taiwán y Estados Unidos.

Agregó que el presidente electo Trump también felicitó a Tsai por haberse convertido en presidenta de Taiwán a principios de este año.

Tsai, por su parte, reveló que la conversación había durado 10 minutos y había sido relajada.

Este lunes Global Times reiteró sobre las declaraciones de la víspera que la política de una sola China no es algo que pueda ser negociado.

"Parece que Trump solo tiene conocimiento de negocios, Piensa que puede poner un precio a todo", acotó.

Advirtió que si Washington abandona su política actual, Beijing irá adelante con nuevas políticas hacia Taiwán. "Demostraremos que Estados Unidos ya no domina el Estrecho de Taiwán", enfatizó Global Times.

Agregó que Trump se equivoca si piensa que la política de una sola China puede ser empleada como una especie de palanca para forzar a Beijing a hacer concesiones en comercio u otros renglones.

Parece que Trump necesita estudiar política exterior con humildad. Particularmente necesita aprender de qué se trata la relación entre China y Estados Unidos, dijo el editorial del rotativo.

Mucha gente puede sorprenderse por la mente de negocios del nuevo líder estadunidense, y como es ignorante como un niño de la política exterior, indicó también.

La existencia de China y Taiwán se remonta a la historia de la formación de la actual República Popular China, donde el grupo nacionalista que encabezaba Chiang Kai-shek se trasladó a Taiwán en 1949 y formó gobierno.

En 1971 la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoció a la República Popular de China y retiró el que había dado a Taiwán, creándose una relación tensa entre ambas partes.

A la fecha solo una veintena de países de los casi 200 miembros de la ONU reconocen a Taiwán. Estados Unidos no se cuenta en esa veintena de países, pero sostiene vínculos con la que China llama "provincia rebelde".

En noviembre de 2015 los entonces líderes de China y Taiwán, Xi Jinping y Ma Ying-jeou, tuvieron en Singapur la primera reunión de líderes políticos a ese nivel. Y ambos evitaron llamarse o llamar al otro "presidente".

La actual mandataria de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha defendido una posición proindependentista hacia Beijing, aunque la ha moderado desde que tomó posesión.