Cientos de manifestantes protestaron la tarde del domingo en el centro de Chicago para expresar su disgusto con las políticas de la administración Trump contra los inmigrantes.

Los manifestantes se reunieron en Wacker Drive, al otro lado de la Torre Trump, en el río Chicago. Alrededor de las 13:00 hora local, cientos se dirigieron a la Plaza Federal coreando llamados a resistir contra dichas políticas.

Al respecto, los inconformes dijeron que salieron a defender a los inmigrantes, a los musulmanes, a la gente de color, a la comunidad lesbiana-gay-transgénero-transexual-intersexual, a los trabajadores y a los pobres.

Colleen Rockelmann y su hijo Colin asistieron a la protesta para apoyar a los estudiantes y profesores inmigrantes de la escuela bilingüe a la que asiste Colin.

Vine a la protesta porque quiero hacer la diferencia y quiero decir que no está bien obligar a las personas a salir del país. Debemos permitir la entrada de los inmigrantes", dijo Colin.

La protesta causó demoras en el tráfico y terminó con una concentración en la Plaza Federal, en donde Angélica Magaña, fundadora del grupo Rise and Organize, condenó a Trump por las recientes incursiones realizadas por la Autoridad de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.

Texas se suma

Mientras tanto, cerca de 1 mil 700 personas se manifestaron en Dallas este sábado para mostrar su apoyo a los inmigrantes y refugiados y protestar contra Donald Trump y sus normas migratorias. 

La policía de Dallas, explicó que la multitud se había reunido pacíficamente en las calles del centro urbano.

Algunos de los manifestantes portaban banderas estadounidense y durante la protesta se corearon lemas como "Dilo alto y claro, los refugiados son bienvenidos aquí" y "No normalicemos el odio".

También en la ciudad de San Antonio, en el sur de Texas, tuvo lugar una manifestación similar. 

El presidente emitió una orden ejecutiva el 27 de enero con la que se prohibía la entrada en EEUU a los viajeros de Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen durante 90 días, y a todos los refugiados por un periodo de 120 días.

La medida desencadenó protestas generalizadas en todo el país. El 3 de febrero, el juez federal James Robart ordenó desde Seattle, Washington, suspender la prohibición de Trump a nivel nacional con efecto inmediato.

El Departamento de Justicia apeló ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito para restaurar el veto, pero esta instancia judicial, radicada en San Francisco, se pronunció el 9 de febrero en contra de ese restablecimiento.

Trump anunció el jueves que la próxima semana derogará la polémica orden ejecutiva y la reemplazará por una nueva.