Los equipos de rescate anunciaron hoy que se han suspendido los trabajos para encontrar más supervivientes tras la ruptura de los diques de un depósito de residuos mineros en el sureste de Brasil por peligro de que otra represa del complejo minero reviente y provoque otro vertido.
Durante esta mañana, los Bomberos y la Defensa Civil evacuaron a vecinos próximos al complejo de residuos mineros. El portavoz de los bomberos, Pedro Aihara, afirmó ante la prensa que la previsión es evacuar a unas 24.000 personas.
Según el Cuerpo de Bomberos, al menos 37 personas murieron en la tragedia ocurrida el viernes, mientras que 256 permanecen desaparecidas. El gobierno regional de Minas Gerais anunció ayer por la noche que había 40 muertos, aunque los Bomberos fijaron la cifra en 37.
Otras 192 personas fueron rescatadas con vida
Los hechos ocurrieron el viernes por la tarde en un depósito de residuos de la minera brasileña Vale en Brumarinho (región metropolitana de Belo Horizonte, la capital regional de Minas Gerais), cuando por causas desconocidas, los diques se rompieron y provocaron un mar de barro que arrasó las proximidades.
El número de víctimas supera ya el de una tragedia similar ocurrida en noviembre de 2015, cuando los diques de contención de un gran depósito de residuos mineros en Mariana, a pocos kilómetros de distancia de Brumarinho, cedieron causando 18 muertos y un desaparecido.
Ese depósito era propiedad de Samarco, una filial de Vale, y de la anglo-australiana BHP, y el vertido, de 63 millones de metros cúbicos de barro y residuos, se considera la peor tragedia ambiental de la historia de Brasil, ya que ha contaminado gravemente la zona y el río Doce, uno de los principales del país y cuya fauna y márgenes quedaron gravemente afectados por el vertido.