Donald Trump bajó el tono del amague sobre la amenaza del cierre fronterizo, ante las furibundas críticas de poderosos empresarios de Estados Unidos.

El presidente dejó en el aire su propuesta: “Ya veremos qué pasa, soy consciente de que una clausura provocaría gran daño económico”.

Después de amenazar la semana pasada con cerrar la frontera si México no interrumpía inmediatamente los cruces ilegales, Trump pareció preparar el terreno para demorar esa medida el martes, al decir que está satisfecho con los esfuerzos de México por contener los cruces y que quisiera que el Congreso reformase el sistema de inmigración. De todos modos, dejó latente la posibilidad de un cierre de la frontera. “Estoy totalmente preparado para hacerlo”, aseguró.

La pronta retirada refleja el estilo improvisado del mandatario y hace pensar que se vienen más episodios de este tipo mientras trata de combinar sus impulsos políticos con las necesidades de su campaña de reelección.

Para muchos, estas idas y venidas confirman la tesis de muchos de que Trump tuitea primero y gobierna después.

Trump afirmó estar consciente de que una clausura de la frontera tendría un impacto negativo sobre la economía estadunidense al señalar que México es un socio comercial muy grande, pero aunque “para mí el comercio es muy importante… la seguridad es lo más importante”. En este contexto, agregó: Si no llegamos a un acuerdo con el Congreso, las fronteras serán cerradas al ciento por ciento.

Trump ha hecho en promedio 22 declaraciones falsas o engañosas cada día, para sumar un total de 9 mil 451 a lo largo de los 801 días de su presidencia, de acuerdo con cálculos de The Washington Post.

Información: La Jornada