Una ceremonia religiosa fue celebrada en la catedral de Notre Dame, a dos meses del incendio que consumió parte de la bóveda y derribó la icónica aguja, causado presuntamente debido a las obras de remodelación del inmueble, y que conmocionó a Francia.
La misa fue realizada en condiciones precarias, con la participación de aproximadamente 30 personas, la mayoría de ellas religiosos, entre ellos el arzobispo de París, Michel Aupetit, quienes se vieron obligados a usar cascos debido al riesgo de desprendimientos.
También asistieron algunos trabajadores de la reconstrucción y laicos de la diócesis de París: "Poca gente porque es muy peligroso", señaló el embajador encargado de la movilización internacional para Notre Dame, Stanislas de Laboulaye.
La rehabilitación de la catedral empezará con una limpieza de las zonas contaminadas por el plomo que recubría la cubierta y la aguja de Viollet-le-Duc, además, la bóveda que aún no se ha asegurado, y puede derrumbarse", apuntó el ministro de Cultura, Franck Riester, en una entrevista en la que también dijo que solo se han recibido el 9 % de las donaciones prometidas, es decir 80 millones de euros de los 850 millones.
Por el momento han sido consolidadas algunas estructuras del edificio con vigas, "lo que ha obligado a retirar las vidrieras del siglo XIX, al tiempo que se ha evacuado a todos los vecinos aledaños al edificio.
Los arbotantes, fundamentales para mantener las construcciones góticas, también fueron consolidados con estructuras de madera para evitar que se inclinen hacia el interior y colapsen. Otro de los mayores problemas es que, hasta que no se reparen los agujeros del techo, el viento entra en la catedral y amenaza la estructura, explicó el diplomático.
Además, se instaló un protector de plástico en la parte superior del templo para proteger el interior de la lluvia y una red para impedir que caigan piedras sobre los obreros que trabajan en el interior para retirar los escombros con ayuda de robots.
Concluida la consolidación y apartamiento de escombros se iniciará la retirada del andamio de 250 toneladas que envolvía la aguja de Viollet-le-Duc, operación que tomará cuatro meses.
Con información de Excélsior.