Autoridades de Uganda dieron a conocer que Renee Bach, de 30 años y quien fundó la organización cristiana Serving His Children (Al servicio de sus hijos), es investigada por su relación en la muerte de 105 niños que padecían desnutrición y diversas enfermedades.
A pesar de su labor altruista, las autoridades africanas señalaron que ella no contaba con formación profesional en medicina y pese a ello, brindó un sinfín de servicios médicos a los menores.
La fundación que creó en 2007 instaló un centro para el tratamiento de la desnutrición infantil, en el que se practicaba hidratación endovenosa, oxigenación y transfusiones de sangre, acciones que deben ser practicadas por personal médico capacitado.
Las autoridades de Uganda informaron que en ese centro de atención atendieron a un total de 940 niños ugandeses en el periodo de 2010 a 2018, de los cuales murieron 105.
En su defensa, la mujer señaló que la muerte de estos menores fueron una "gran lección" para ella y su fundación.
"Se cometieron errores y se aprendieron lecciones, pero esos errores y lecciones nunca tuvieron como consecuencia daño a individuos".
Por otro lado, el abogado de la misionera, David Gibbs, confirmó que en el sitio se registraron 119 muertes muertes infantiles entre 2010 y 2018, pero no las vincula con las prácticas del lugar.
"Nunca se presentó a sí misma como médica o enfermera, sino que hizo que el cuidado nutricional que brindaban los profesionales de la salud fuera más accesible para las familias en zonas rurales".
Por su parte, activistas de los derechos humanos señalaron que este caso pertenece al ejemplo de No White Saviors (Nada de salvadores blancos),en la que advierte sobre los miembros de raza blanca, quienes creen tener un "poder divino" sobre las comunidades pobres en África.
Por ahora la joven está en libertad condicional, pero en los próximos meses podría ser arrestada y procesada por homicidio imprudencial calificado.