Corea del Sur anunció este sábado que pondrá pulseras de rastreo a las personas que rompan las órdenes de cuarentena a medida que el país endurece la vigilancia para frenar la propagación del nuevo coronavirus.
Yoon Tae-ho, funcionario del Ministerio de Salud, reconoció las preocupaciones sobre la privacidad y libertad civil que traen consigo esos dispositivos, que serán puestos por la policía y funcionarios administrativos locales.
Sin embargo, enfatizó que las autoridades necesitan herramientas de monitoreo más efectivas debido a que la cantidad de personas que están siendo puestas en cuarentenas de 14 días se disparó una vez que el Gobierno aplicó esa medida a partir del 1 de abril a los pasajeros que llegan del extranjero.
Lee Beom-seok, un funcionario del Ministerio del Interior y Seguridad, admitió que los fundamentos legales para obligar a las personas a usar las pulseras son "insuficientes" y que la policía y los funcionarios locales ofrecerán formularios de consentimiento para los dispositivos mientras investigan quiénes han incumplido con la restricción.
Según las leyes recientemente reforzadas del país sobre enfermedades infecciosas, las personas pueden enfrentar hasta un año de prisión o una multa de hasta 8 mil 200 dólares por violar las órdenes de cuarentena, esos castigos podrían ser más leves para aquellos que acepten usar las pulseras.