Un avión Boeing 777 de United Airlines, que se dirigía a Hawái, tuvo que aterrizar de emergencia después de que uno de sus motores sufrió un fallo y se incendiara. Fragmentos de la aeronave cayeron sobre un vecindario de Denver, Colorado.
El vuelo 328, con 231 pasajeros y diez miembros de la tripulación, regresó sin contratiempos a pocos minutos de despegar del Aeropuerto Internacional de Denver. Restos de la carcasa del motor fueron encontrados sobre casas y calles, aunque nadie resultó lesionado.
El Departamento de Policía de Broomfield pidió vía Twitter a la población evitar la zona donde fueron localizados los escombros de la aeronave y confirmó que no habían recibido reportes de personas heridas.
La Administración Federal de Aviación (FAA) conformó en un comunicado que el Boeing 777-200 regresó al aeropuerto luego de experimentar una falla en el motor derecho poco después del despegue.
La última muerte en un vuelo de una aerolínea estadunidense que involucró una falla de motor en un vuelo de Southwest Airlines de Nueva York a Dallas (Texas), ocurrió en abril de 2018. Un pasajero murió cuando el motor se desintegró a más de 30 mil pies (9 mil 144 metros) sobre Pensilvania y los restos golpearon el avión, rompiendo la ventana junto a su asiento.
En ese caso, la avería se atribuyó a una pala de ventilador rota en un motor del Boeing 737. La Administración Federal de Aviación ordenó a las aerolíneas que intensificaran las inspecciones de las aspas de los ventiladores en ciertos motores fabricados por CFM International, una empresa conjunta de General Electric y la compañía francesa Safran.
Con información de AP.